

Las lluvias dejaron a casi 3.000 familias el 3 de agosto afectados y más de 40 distritos sin un servicio de aceducción.
Leer también
En la noche del 3 de agosto, Santa Marta no solo estaba inundada. La precipitación, que en unas pocas horas alcanzó 155 milímetros, calles izquierdas, casas y, más importante, cuatro bombas necesarias para suministrar agua potable. Desde entonces, más de 40 distritos han estado sin servicio, dependiendo de los petroleros para el líquido.
En la Universidad de Bombas de Cárcamo, estaban completamente inmersos, causando daños completos al sistema eléctrico. La compañía Santa Marta Public Services Company (ESSMAR) ha estado interviniendo la superintendencia de los servicios públicos durante meses, no ha podido restaurar el servicio.
Antes del estado de emergencia, el alcalde de Carlos Pinedo Cuello se hizo cargo de un suministro de energía alternativo. “La gente es la prioridad de mi gobierno. Aquí trabajamos incansablemente para presentar la solución oportuna a las necesidades de Samario”, dijo, supervisando el tonto de los artesanos hacia los sectores, como Don Jaca, Cristo Rey, San Fernando, Taganga, Bastidas, Aeromar y Ciudad Equidad.
Vida en distritos sin agua
En Cristo Rey, las filas comienzan a tomar agua antes de las seis de la mañana. Las mujeres con cubos, hombres con camiones y niños que cargan botellas están esperando el momento en que Carota se detiene en la esquina.
Se eliminó una gran cantidad de lodo de las calles. Foto:Ayuntamiento
La situación es similar en San Fernando. “Cocinamos con agua, que recolectamos en tanques. Baño, inodoro … todo está minimizado. Esto no es vida”, dice Andrés Navarro, residente del sector.
Figuras de crisis
La oficina del alcalde informa que las lluvias han afectado a 2946 familias, de las cuales 1070, alrededor de 3,754 personas, están registradas oficialmente como afectadas en un maldito registro (RUD) de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres.
La ciudad ha sido entregada con bricolaje durante una semana. Foto:Ayuntamiento
Además del problema del agua, Juan XXIII, Pescaíto, María Eugenia, Timayuí, Distritos de Bastidas, María Cristina, diecisiete años de diciembre Y otros 11 sectores han acumulado más de 8,300 toneladas de lodo, sedimentos y contaminantes, retirados con máquinas pesadas para restaurar la movilidad.
Alerta de la ciudad
La Oficina de Gestión de Riesgos mantiene una alarma roja con un posible crecimiento repentino de ríos Gaira, Manzanares y Piedras I Alerta de naranja Para Guachac, Mendihuaca, Buritaca y Don Diego. Ideam y DiMar también emitieron alertas amarillas sobre la lluvia y fuertes olas.
El 9 de agosto, se registraron 35.7 milímetros de lluvia en solo dos horas, y cuyo riesgo no pasó. “Debes estar listo para la evacuación en caso de necesidad”, advierte Álex Velásquez, jefe de la oficina de gestión de riesgos.
Operacional y ayuda
Hasta ahora, la oficina del alcalde ha organizado 25 camiones volquete, 7 minimargadores, 4 retrodicha, 2 excavadoras y 2 carotina para el transporte de agua potable. A partir del 4 de agosto, el alcalde viajó personalmente a los distritos más afectados que brindaban ayuda humanitaria, incluidos los mercados, Tocos de limpieza y mantas.
La recomendación oficial para los ciudadanos es clara: para el uso racional del agua, mientras que Essmar repara las estaciones de bombeo. “No sabemos cuándo regresa el agua a través de la llave, por lo que cada gota cuenta”, dice Velásquez.
La falta de servicio tiene más de 40 distritos. Foto:Ayuntamiento
Durante la emergencia, la incomodidad crece debido a la lentitud de Essmar. “Pagamos el recibo de inmediato, y cuando sucede algo como esto, nos dejamos a la deriva. Si no fuera por la oficina de carnicero de la oficina del alcalde, ni siquiera tendríamos que beber un vaso de agua”, dice Rafael Jiménez, residente de Bastidas.
Panorama recuerda las otras crisis recientes del acueducto, pero esta vez el tamaño es mayor debido al daño simultáneo a las bombas y a la saturación de la red.
Que viene
Essmar no proporcionó la fecha exacta de restauración del servicio. Según fuentes internas, la reparación o reemplazo de las bombas puede tomar unos días más, dependiendo de la disponibilidad de repuestos y condiciones climáticas.
Mientras tanto, la vida en los distritos afectados sigue marcada por la improvisación: tAnques de plástico en los patios, cubos alineados en las esquinas, Los niños que acompañan a los padres a “cazar” tanques y familias que, a pesar de la adversidad, intentan mantener su rutina.
Leer también
“Te acostumbras, pero no debería ser así. Es triste que en pleno 2025 vivamos como si no hubiera acueducto”, dice Rosa María.
Santa Marta todavía está en la ambulancia. El agua en la ciudad es el bien más valioso y raro en la mayoría de los distritos. La respuesta final sigue siendo una promesa.
Roger Urieles durante Santa Marta. En x @rogeruv