La expansión del tráfico ilegal de drogas en el departamento de Nariño no tiene restricciones ni límites, después de revelar nuevas maniobras de grupos armados ilegales se refiere a la transferencia de laboratorios al procesamiento de coca.
El ejército nacional en las recientes operaciones militares en el sur del país logró determinar que los grupos criminales ya han dejado de procesar alcaloides en una jungla lejana o en lugares aislados que para los negocios representaban enormes gastos en largos reasentamientos con tierra y agua.
Los grupos armados incluso usarán casas en guardias nativos. Foto:Grupo de tareas de Hércules
Ahora lo hacen en las casas de aldeas y caminos, incluidas, incluso en guardias nativos y consejos sociales, como tuvo lugar recientemente en la comuna de Barbacoas, ubicada en el Triángulo Telembí.
Las fuentes del ejército revelaron que sería una modalidad nueva y peligrosa, que los grupos, aparte de la ley, quieren imponerlo, pero exponen a los civiles y violan las normas consideradas por la ley internacional humanitaria.
La transferencia de laboratorios para el procesamiento de cocaína en casas ubicadas en las áreas rurales de las comunas de la costa del Pacífico en Nariño sería una nueva estrategia que utilizan grupos armados ilegales para evitar el control de las agencias de seguridad del estado.
Planificación operativa del Grupo de Tareas de Hercules, responsable de combatir el tráfico de drogas. Foto:Grupo de tareas de Hércules
Según la inteligencia militar y de acuerdo con los recientes golpes propuestos por el ejército nacional contra estructuras criminales que cometen crímenes en esta región del departamento de Nariño, sería una nueva modalidad que expone a la comunidad a alto riesgo.
En guardias nativos
Esto fue visible después de la cirugía ofensiva contra la estructura criminal de Oliver Sinisterra en el pavimento de la comuna de Tumaco, cuando se trata del Ejército del Batallón de la Jungla No. 53, la unidad ecológica de Hércules Hércules del Ejército, con el apoyo del Batallón de la Mobility Battalion No. 3 Aviation y Colombian, como parte de la campaña, como parte de Camalia, como parte del plan.
En el hogar, las autoridades encontraron un laboratorio para el procesamiento de drogas. Foto:Grupo de tareas de Hércules
Según la revelación del comandante del Batallón Selva No. 53, el coronel Fabán Triviño Quintero, la operación militar se registró en el área ubicada en la frontera entre Colombia y Ecuador.
“Cuando los soldados llegaron a la escena del incidente, encontramos la estructura del laboratorio de clorhidrato de cocaína, que dio un ingreso mensual para esta estructura criminal de aproximadamente mil millones de pesos por mes”, dijo.
El laboratorio de procesamiento de hidrocloruro de cocaína se instaló en secreto, pero dentro de la casa ubicada en la aldea, exponiendo el alto riesgo de la comunidad que vive allí.
Algunas herramientas de procesamiento de coca fueron ocultas por los residentes. Foto:Grupo de tareas de Hércules
Informó que el hombre que vigilaba el laboratorio estaba sorprendido en este lugar, con abundantes armas y municiones en su poder.
“También conocido como Cascario, la logística de la estructura y la subordinación de AKA Yider, un líder financiero de esta organización criminal, fue identificada y capturada durante la acción militar”, dijo más tarde.
Esconden los elementos
El 31 de agosto, el ejército descubrió un gran laboratorio para el procesamiento de cocaína, pero dentro de la casa ubicada en el refugio nativo de La Turbia, las zonas rurales de la comuna de Barbacoas.
En la película registrada por el ejército durante la misma operación, se observa cómo los residentes nativos notaron la llegada de entradas uniformadas, microondas, gramaticales y químicas a la casa para esconderlos a los habitantes de los vecinos.
“Obligan a los habitantes nativos a silenciar, para no informar, incluso ayer verificamos que el clorhidrato de cocaína fue tomado y ingresó a las casas, por supuesto, no podremos ir a casa”, dijo el comandante del grupo de tareas Hercules, el coronel Javier Hernando Valezuela.
En el área del ejército, encontró una gran cantidad de sartén y tanques con insertos químicos, así como una tonelada y media de pasta base, lista para empacar y enviar a los Estados Unidos.
Dijo que para esta nueva modalidad fue expuesto al nativo, campesino y afros en el territorio, hay estructuras criminales del bloque occidental Jacobo y Sinisterra Oliver del ejército boliviano, ambas desviaciones de FARC.
Otro complejo de Calero
El 8 de septiembre, el ejército nacional descubrió y destruyó otro gran complejo de Calero, que pertenecería a Oliver Sinisterra organizado por un grupo de disidentes de FARC.
El laboratorio estaba ubicado en el pueblo de Imbapí, en un refugio nativo de La Turbia, hasta los soldados del Batallón de la Jungla No. 53 del grupo de tareas de Hércules, con el apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana y la maniobra del Batallón No. 3 del ejército, la Policía Nacional y el Administrador.
Allí, el clorhidrato de cocaína se procesó con un valor de más de 7,8 mil millones de pesos, y en el proceso de estudio se tomaron más de 1.6 toneladas de alcaloide y 2.5 toneladas.
En el desarrollo de esta operación militar, el Ejército condenó que la destrucción del laboratorio fue evitada por la comunidad nativa, aparentemente limitada por el grupo armado ilegal, mientras que la policía y la oficina del fiscal también querían detener los procedimientos.
Ya no están ocultos
Los laboratorios para procesar la pasta de base de coca en la costa del Pacífico en Nariño ya no están ocultos o ocultos, como antes, fue asegurado por el comandante del grupo de tareas Hércules, el coronel Javier Hernando Valenzuela.
En algunos casos, utilizan equipos brillantes de tratamiento farmacológico. Foto:Grupo de tareas de Hércules
“No son más sofisticados, tienen lo mismo porque se requieren los mismos elementos, pero ahora los plantan entre las aldeas”, dijo.
Cuando se trata de laboratorios de clorhidrato de cocaína, se descubren especialmente cerca de la frontera con Ecuador y junto a Powerzyn, muy cerca del mar, para poder atraer el producto a los platos más fácilmente.
Explicó que los grupos armados han cambiado la ubicación de los laboratorios por las siguientes razones: “Para evitar las fuerzas públicas. Es más fácil aspirar (ASONADA). Para mantener lo que se hace en casa. Son fáciles de introducir el producto en ríos o rutas”.
Y como si lo anterior fuera pequeño, obtienen otro beneficio a su favor de que la población está obligada a proteger o proteger durante los uniformes, como fue el caso en los guardias nativos.
En cuanto a la producción que ahora alcanzan los laboratorios, sigue siendo la misma, de 1 a 1.5 toneladas de cocaína mensual, que proporciona mercados de Estados Unidos y América Central.
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