A las 10:30 de la mañana del jueves, el presupuesto para 2026 comenzará en las salas económicas (tercera y cuarta) y el Senado. Comienza la carrera contra el reloj, porque solo la cantidad se elige hasta el lunes, según lo promulgado por la ley de presupuesto orgánico, y no se ha alcanzado el consenso mínimo para que la propuesta continúe.
Las posiciones de las personas cercanas al gobierno y lo contrario son muy diferentes. La Comisión tiene dos propuestas que jugar: para dejar la propuesta original, con una solicitud de 556.9 mil millones con el déficit estimado de alrededor de 26 mil millones de pesos o alcanzar la pieza central de la reducción.
En las declaraciones de los medios, Armando Benedetti, el Ministro del Interior, sugirió que se juegan para la propuesta presentada en el Parlamento. “La oposición sobre la tasa de interés quiere llevarla a 530, no porque funcione nada más que porque quiere ahogarnos”, dijo el que supervisa la política para rechazar cualquier reducción en la cantidad.
Este escenario implicaría que al menos una de las cuatro tarifas es probable que no le dé a No y comience a poner la expedición del presupuesto para el próximo valor con cita previa, algo que sucedió el año pasado y que los parlamentarios han advertido que no podría volver a suceder. Sobre todo, han notificado algunos artículos de propuestas que el gobierno ha presentado que proporcionarían al presidente Gustavo Petro la capacidad de cambiar los valores futuros, que crean un continuo para algunos proyectos de infraestructura.
Este deseo de evitar un presupuesto con una directiva ha fortalecido la posibilidad de solicitar contratos, aunque todavía está lejos de ellos. Además de la posición de Benedetti, los parlamentarios dicen que el gobierno ya está cumpliendo: acordaron eliminar el IVA de la gasolina, formular impuestos para el alcohol y otros cambios en las reformas fiscales que cubrirían 26 mil millones de peso de déficit en el presupuesto de 2026.
En los mandatos económicos, ya hay propuestas para la cantidad que cae por esa cantidad y estas propuestas están firmadas por el gobierno. Aprobado el dinero para el siguiente valor se enviaría a 546 mil millones de pesos. Sería la pieza central entre la posición inicial del gobierno para no rendirse y los parlamentarios que exigieron reducir la cantidad a 530 mil millones y eliminar todo lo que se define.
Aunque es la primera vez en este debate que el gobierno de Gustavo Petro comienza a renunciar, la verdad es que esta propuesta aún no tiene el apoyo mayoritario. La razón es que hay varios parlamentarios que creen que esto implica estar “obligado” antes de la reforma fiscal, así como un valor más bajo que el comienzo.
El cálculo es superior a todos los políticos, porque señalan que el costo de la reforma fiscal es muy alto de antemano. Incluso comentan que, aunque no querían obtener el presupuesto mediante una directiva, estas opciones ganan gran fortaleza a la luz de los pocos planes que la comisión necesita para buscar fondos con nuevos impuestos.
Varios miembros de Economic que consultaron con Time hablan sobre la incertidumbre generalizada sobre los pequeños planes de los parlamentarios para tomar tantos costos políticos. Otros, que anuncian que no aceptarán ningún impuesto, abrirán la puerta para la cantidad con una reducción en el centro que el Secretario -General propuso bajo el argumento “mejor 10 más bajo que nada”.
La otra propuesta que continúa marcando una buena parte de los oponentes del gobierno es eliminar los 26 mil millones sin apoyo. Algunos van más allá, diciendo que la reducción tendrá que ir a 40 mil millones, ya que los informes del Comité Fiscal Independiente dicen que la reducción debe ser más profunda en el ataúd del país y comenzar a cumplir la obligación de arreglar el cinturón cuando el presidente Gustavo Petro aplicó la disposición fiscal.
Estas dos propuestas tampoco están en el Parlamento. Vale la pena señalar que el gobierno tiene una mayoría en los comités económicos del salón. Por lo tanto, algunas de las reducciones en los parlamentarios del Senado serían aprobados, los que estaban en la cámara no darían. Si la comisión dice que no, la propuesta cae por completo, por lo que tiene sí en el resto de los comités.
Juan Sebastián Lombo Delgado
Político