Casi 48 horas después de que estallara la peor crisis estadounidense en la historia moderna del país (incluso el presidente Donald Trump llamó al presidente Gustavo Petro “el líder del narcotráfico”), no hay ninguna solución a la vista.
La Casa Blanca seguía anoche sin comentar públicamente la posibilidad de nuevos aranceles contra el país. Al mismo tiempo, el presidente Petro y su secretaria de Estado, Rosa Villavicencio, decidieron mantener en Bogotá para consultas al embajador Daniel García-Peña, el único funcionario que mantiene algún tipo de diálogo efectivo con la administración Trump.
Petro y Trump Imagen:presidencia y la AFP
En palacio tuvo lugar una reunión entre el jefe de Estado y la autoridad estadounidense en Colombia, John McNamara, sobre la cual no hubo declaraciones. “Esto viene con razones oficiales”, dijo el presidente Petro minutos antes en una entrevista con Daniel Coronell. Pero en el mismo discurso mantuvo su tono testarudo hacia Trump -uno de los detonantes de la crítica situación entre ambos gobiernos- y también comparó el impacto real del aumento de aranceles a los productos colombianos en su principal mercado, el de América del Norte.
A diferencia de lo ocurrido el 26 de enero -el primer enfrentamiento entre Petro y el presidente Trump- la Cancillería colombiana no pareció priorizar la búsqueda de canales formales e informales con Washington para intentar reducir el conflicto. El ex embajador y ex ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, que fue clave para superar el incidente hace nueve meses, ofreció sus buenos oficios para establecer un canal de comunicación con sus contactos en Estados Unidos, pero al menos hasta anoche no había recibido señal ni de la Casa de Nariño ni del Palacio de San Carlos.
A pesar de la aparente falta de interés del gobierno en superar la situación, las empresas y los sindicatos continuaron llamando al diálogo y priorizando los intereses bilaterales. Asimismo, como lo hicieron en enero, se han estado moviendo en busca de aliados en la misión para evitar daños al país.
Desde ayer por la mañana fue convocada una reunión entre el presidente Petro, la vicepresidenta Francia Márquez, el Ministerio de Relaciones Exteriores y los ministerios de Defensa, Agricultura y Comercio, que tienen temas de cooperación con Estados Unidos en tareas diarias.
Vicepresidenta Francia Márquez. Imagen:LA HORA DE MAURICIO MORENO
Ayer en la madrugada, el presidente Petro propuso a través de su proyecto de ley X que en lugar de imponer nuevos aranceles, EE.UU. elimine todos los existentes sobre “la producción agrícola y agrícola colombiana”. Lo anterior, dijo, con el objetivo de “promover la producción agrícola legal, invirtiendo en una reforma agraria para que el campesinado se traslade a tierras fértiles cercanas a las ciudades y no adopte la selva como medio de supervivencia”. Poco después borró el mensaje y lo reemplazó por uno donde seguía cuestionando al presidente estadounidense.
“El TLCAN (el tratado de libre comercio) está efectiva y unilateralmente suspendido por el gobierno estadounidense. Al imponer un arancel del 10%, el tratado TLCAN ya fue violado y las antiguas concesiones arancelarias que pusieron a Colombia bajo control estadounidense fueron anuladas”, afirmó en el primer capítulo, para luego afirmar que actuaría de “manera inteligente”. Sus palabras indican que la Casa de Nariño está considerando la posibilidad de tomar represalias si aumentan los aranceles: “El Ministerio de Comercio tiene órdenes, que aún no he firmado, con la posición colombiana para la defensa del trabajo y la vida humana nacional”.
La misma posición repitió en el diálogo con Coronell, donde formuló duras acusaciones contra Trump, confirmó -sin pruebas- que el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos supuestamente tuvo un efecto en el aumento de los cultivos de droga y la producción de cocaína en Colombia y defendió al régimen de Nicolás Maduro, no sin dedicarle duras palabras a la premio de la Paz María Corina Mach. Sin nombrarla directamente, dijo que cualquiera que invite a tropas extranjeras a invadir su país “es despreciable”.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Imagen:Archivo EL TIEMPO / Instituciones AFP y EFE
Expertos y expertas en relaciones internacionales aseguran que la falta de liderazgo en el Departamento de Estado y la desinstitucionalización del servicio diplomático pasarán factura en un momento crítico. “Los directivos no han sido los más afortunados”, afirmó el internacionalista Juan Nicolás Garzón, de la Universidad de La Sabana.
A diferencia de la crisis de enero, la Cancillería no ha estado en el centro del plan de protección de daños, ya que la configuración más activista de la secretaria Rosa Villavicencio, hoy sin visa para Estados Unidos, minimiza su margen de maniobra. En la tarea de intentar restablecer el diálogo con Washington, el embajador García-Peña realiza una tarea solitaria.
El excanciller Julio Londoño también se mostró crítico. “Un llamado a consulta implica la suspensión de las relaciones entre los dos países. Esto no es una ruptura, pero es el primer paso en ese sentido. Cuando un Estado objeta a otro por alguna situación, lo llama (al embajador) a consulta y esa es la situación que se está creando entre los dos países”, dijo.
Londoño cree que el primer paso necesario es evitar la “diplomacia del micrófono”. “Situaciones tan delicadas no pueden manejarse basándose en trinos o improvisaciones”, afirmó.
Más allá de la posición oficial, otros actores políticos y económicos han buscado otras formas de intentar contener el daño.
Canciller Rosa Villavicencio. Imagen:Canciller.
El ex embajador y candidato presidencial Juan Carlos Pinzón viajó a Estados Unidos. “Vengo a defender a los colombianos, a defender a Colombia y a defender los empleos colombianos”, dijo.
Los sindicatos también se han movido. “Hemos enviado un mensaje tanto al gobierno nacional como a Estados Unidos para que tengan presente el impacto que tendría una guerra arancelaria en ambos países”, dijo a EL TIEMPO el presidente de la SAC, Jorge Bedoya.
Fuentes cercanas a la comisión aseguran que el presidente Petro se siente insultado por el alegato de Trump, que va en contra del historial de incautaciones de cocaína de su administración, que ha mantenido una tendencia hacia récords históricos año tras año durante la última década.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO
Escritura política