El Ministro de Justicia dimitió. Eduardo Montealegre y con ello el futuro de la ley de retorno está en duda que aún no ha sido programado en la primera división del comité. Antes de dejar el cargo, el jefe de cartera saliente parecía prever el posible futuro de la iniciativa de gobernanza del Petro, que no goza del mejor ambiente en el parlamento.
“Tal como están las cosas, este proyecto ni siquiera se discutirá en la primera comisión del Congreso. La oposición es traicionera. Y Benedetti, que sólo sirve para tonterías y vio el caos, ahora no está interesado en el proyecto, como al principio. No se puede hacer así. El Titanic de la paz se hundirá”, dijo Montealegre semanas antes de dimitir.
Eduardo Montealegre, Ministro de Justicia, es el cerebro de la ley de retorno. Imagen:el Ministerio de Justicia
Sin el ministro más interesado en el proyecto, el mayor problema es que la iniciativa clave no tendrá vida para que, por ejemplo, se puedan llevar a cabo negociaciones legales con grupos armados como el “Clan Báltico”, las disidencias de Walter Mendoza y las bandas de Medellín, Quibdó y Buenaventura.
la presentacion del documento
La renuncia de Montealegre no sería el único problema que tiene la ley. El 22 de octubre se presentó el documento presentado por cuatro diputados opositores: Julio César Triana (Cambio Radical), José Jaime Uscátegui (Centro Democrático), Juan Daniel Peñuela (Conservador) y Marelen Castillo.
Los congresistas, en el documento de 72 páginas, expusieron algunas de las razones por las que creen que esta iniciativa debería calar en la primera comisión del congreso.
Sesión parlamentaria de la Cámara de Representantes. Imagen:Prensa de cámara.
La primera es que este proyecto nació para corregir los defectos encontrados por la Corte Constitucional en la Ley de Paz Total (Ley 2272 de 2022), política que algunos han fracasado. En particular, para los parlamentarios que presentaron el documento, esta estrategia terminó “señalando graves ambigüedades ideológicas, fallas institucionales y falta de resultados concretos, que hoy son las principales razones del fracaso del proyecto de ley bajo análisis”.
Del mismo modo, los ponentes sugieren que este proyecto es inconstitucional, porque debe funcionar como una ley, ya que prevé justicia transicional y compensa a los violadores reincidentes del acuerdo de paz.
Este argumento se apoya en lo ya expuesto por el Excmo. El Tribunal Supremo ha señalado que hay al menos cinco aspectos del proyecto que, por su contenido, deben tramitarse conforme a derecho y no como se hace normalmente.
Armando Benedetti, Ministro del Interior. Imagen:Interior pequeño
A la razón se suma la “falta de seguro para las víctimas”, ya que señalan que durante todo el proyecto no está claro cómo funcionarán las reparaciones.
También aseguran que promueve la impunidad. “Los máximos responsables de crímenes de guerra sólo podrían recibir sentencias de 5 a 8 años en ‘centros de coordinación’, no en cárceles”, dijo el representante Triana.
Otra alarma que levantan es la expansión de los grupos armados y el aumento de la inseguridad en algunas zonas del país.
Para muchos, este proyecto nació sin vida. Además de tener mal ambiente, tiene cuestionamientos de la Defensoría del Pueblo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, la Corte Suprema, entre otros.
MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ
Escritura política

