El ataúd que contiene los restos del Papa está cerrado en el transcurso de una ceremonia privada dedicada a honrar su legado y su vida. En abril de 2024, en un importante avance litúrgico, el Papa Francisco aprobó un nuevo rito conocido como Ordo Wiefiarum Romani Pontificis. Esta versión revisada sustituye la anterior que había sido publicada en el año 2000. La finalidad de esta actualización es “simplificar y ajustar diversos rituales para que el entierro del obispo en Roma represente de manera más clara la fe de la Iglesia en el Cristo resucitado”, tal y como se explicó en la presentación del rito.
Antes de proceder al sellado del ataúd, hay una serie de rituales que deben llevarse a cabo con el mayor respeto y solemnidad. El primer paso en este proceso es la lectura en voz alta de un texto que ha sido cuidadosamente preparado por el maestro de ceremonias. Este documento resume la vida y las contribuciones significativas del pontífice que ha fallecido. Para garantizar su preservación, se elaboran dos copias de este resumen, ambas firmadas por algunos de los asistentes a la ceremonia. Una de estas copias se coloca dentro de una tubería de metal sellada y se introduce en el ataúd; la otra se archiva en los registros de la Oficina de Ceremonias Litúrgicas Pontificias.
En un gesto simbólico, la cara del Papa está cubierta con un velo lateral blanco, que aporta un toque de dignidad a su reposo eterno. Además, como parte de la ceremonia, el maestro de ceremonias establece 12 monedas conmemorativas, que fueron acuñadas durante el papado del fallecido. Estas monedas simbolizan la duración de su servicio: se ha dispuesto una moneda de oro por cada año de su pontificado, una moneda de plata por cada mes adicional y una de bronce por cada día extra trascurrido del aniversario que haya elegido para conmemorar.
El rito que marcará el cierre del ataúd del Papa Francisco se llevará a cabo el próximo viernes a las 20:00 horas, según la hora local, en la majestuosa basílica de San Pedro. Este importante sacramento será presidido por el Card. Camarlego, Kevin Joseph Farrell. Estará acompañado por el decano de la Universidad Cardinal, Giovanni Battista, así como por otros seis destacados cardenales, entre ellos, el presbiterio Roger Michael Mahony, Dominique Mamberti Protodiácono del Papa, y Konrad Krajewski. Para el Vaticano, estos últimos momentos son profundos y representativos de la tradición católica, donde cada detalle y cada ritual han sido cuidadosamente considerados y ejecutados para honrar la memoria del pontífice que partió.