Mauricio Lizcano, ex ministro de tecnología de la información en Petro, ha hecho un importante anuncio esta semana acerca del lanzamiento de la oficina presidencial. Durante este anuncio, mencionó que su candidatura no estará alineada con ninguna ideología política, ya sea de izquierda o de derecha. En una entrevista con El Tió, reflexionó sobre las noticias del gobierno en el que estuvo involucrado hace un tiempo y cómo decidió desvincularse del partido que ahora está cerrando filas.
¿Qué hace que Mauricio Lizcano se convierta en un candidato atractivo entre una multitud de aspirantes?
Todos los candidatos parecen estar concentrados en erigir muros en lugar de puentes. Tengo la intención de santificar mi campaña con un mensaje de unidad. Colombia enfrenta grandes retos, y muchos están más preocupados por el control del espectro ideológico que por el bienestar general de la ciudadanía. Yo aspiro a ser el presidente de todos; no creo que una ideología sea la solución, sino las ideas. Los extremos no resolverán los problemas del país. ¿Acaso la seguridad es un asunto de derecha o izquierda? Es pura lógica. Ir a un hospital y recibir la medicación adecuada es sentido común. Buscar empleo digno es sentido común. Es alarmante que el sentido común sea lo menos común, y eso es lo que considero revolucionario.
Mauricio Lizcano, ex diputado y ex ministro. Foto:Campaña de Mauricio Lizcano
¿Cuál fue el catalizador para que decidieras emprender esta carrera?
Observé la interacción en redes sociales y medios de comunicación. Me cuestiono cuándo caímos en la trampa de discutir problemas sin aportar soluciones. De los comentarios que leí, el 70% criticaba a Gustavo Petro y el 30% a Álvaro Uribe. Pero no veo a los candidatos haciendo esfuerzos para gestionar y controlar los problemas, sino que están más enfocados en atacar y destruir al oponente. Esa dinámica no lleva a una solución efectiva. Creo que pertenezco a una nueva generación de líderes.
No formabas parte del equipo político del presidente Gustavo Petro, pero estuviste en su administración. ¿Te consideras el candidato de Petro?
No. No me definiría como una persona de izquierda; aquellos que se identifican de esa forma votarán por candidatos de su campo. Mi relación con el presidente fue técnica, manteniendo el respeto mutuo y logrando ciertos resultados que me mantuvieron en el cargo un tiempo considerable hasta mi renuncia. Sin embargo, no me alineo con el modelo nacional de izquierda. No he recibido invitaciones, ni he tenido conversaciones políticas con él. No espero que eso cambie, y no aceptaría ser un candidato extremista. Deseo atraer a personas de todos los sectores, tanto de izquierda como de derecha; mi objetivo es unir al país. Ser candidato para solo un sector iría en contra de la propuesta de unión que sostengo.
Después de pasar dos años y medio en el gobierno, ¿qué aspectos del gobierno de Gustavo Petro consideras exitosos y cuáles no lo han sido?
La intención de Petro de dar voz a quienes han sido silenciados es digna de reconocimiento; enfatizar que los recursos no deben concentrarse únicamente en las áreas urbanas, sino que también deben beneficiar a las comunidades marginadas es un cambio necesario y valioso. Durante mucho tiempo, la inversión se ha dirigido a donde hay más población, generando resultados desiguales. Este enfoque, si se aplica bien, puede llevar a un progreso significativo. Ha logrado avances, aunque no sin fracasos. Destaco su política energética y el trabajo de Susana Muhamad en la protección de Amazon, ambas iniciativas han sido muy efectivas.
Mauricio Lizcano, ex ministro de tecnología de la información. Foto:César Melgarejo. Archivo
¿Cuáles han sido los fracasos del gobierno?
En cuanto a la seguridad, la estrategia conocida como “paz completa” ha resultado desastrosa: se han abordado situaciones sin verificación o concentración suficiente. Se han implementado numerosos procesos de paz sin un plan claro ni liderazgo adecuado, lo que ha resultado en mucho caos. El manejo de los ministros también ha sido problemático, con constantes cambios en el gabinete que han desestabilizado el gobierno. Las disputas internas han transmitido una imagen de desorganización que ha perjudicado significativamente al país.
En relación a Álvaro Leyva, ¿cómo percibiste la disputa sobre la carta que se conoció esta semana?
Estoy de acuerdo con lo que comenta sobre Laura, quien de manera aleatoria interfirió en el gobierno y no se le permitió avanzar. Como ex ministro, tiene derecho a expresarse, y yo también tengo la misma opinión sobre cómo Laura ha impactado negativamente al país. En cuanto a problemas relacionados con la adicción a las drogas, no concuerdo; esa perspectiva me parece simplista desde el punto de vista político. Si alguien, como servidor público, observa actos de corrupción o prácticas inapropiadas, tiene la responsabilidad de denunciarlos en el momento preciso, y no esperar a que salgan del ambiente gubernamental. Realizar denuncias después resulta ser un juego político injusto, lo que debería tener límites.
¿Cómo te visualizas creando alianzas en esta carrera, considerando las exigencias de la competencia electoral?
Cualquiera que inicie su campaña pensando en la ingeniería electoral se está dirigiendo hacia una derrota casi asegurada. Mi objetivo es conectar emocionalmente con los votantes y lograr su apoyo genuino. No quiero perderme en el laberinto de relaciones políticas o alianzas estratégicas. Mi voto estará dirigido al pueblo colombiano. Sé que no soy el favorito en las encuestas ahora, pero estoy dispuesto a trabajar, ser leal, y mantener la disciplina. Acogeré a la población, escucharé sus inquietudes y comenzaré a construir un diálogo sincero. Tengo un plan que revive el sentido común en la gestión pública, y abordaremos temas de ingeniería política cuando estén más cerca las fechas cruciales para las decisiones.
Mauricio Lizcano Foto:Archivo
¿Cuáles son algunas de estas propuestas que mencionas?
La primera gran propuesta es la creación de unidades integradas. Esta iniciativa busca unir lo mejor de la izquierda y la derecha. En términos de seguridad, es crucial atacar el tema de las extorsiones, lo cual se puede resolver no solo bloqueando llamadas desde las cárceles, sino con software que prevenga tales comunicaciones. Esta medida por sí misma podría disminuir el porcentaje de chantaje en un 58%. También es vital segmentar el país en áreas de conflicto y zonas de paz. Donde hay guerra, necesito implementar medidas de seguridad estrictas, pero en las áreas de paz, es fundamental aplicar políticas flexibles que aborden la educación, salud y empleo, y en las zonas consolidadas, debemos elevar los índices de desarrollo.
¿Y en asuntos de salud?
En lo que respecta a salud, es esencial contar con un plan básico efectivo. La realidad es que actualmente no existe un programa sostenido en el tiempo. Debemos asegurar que se cumplan los tratamientos médicos, no permitiendo que el suministro dependa de contratistas; es fundamental que las farmacéuticas, tanto privadas como públicas, entreguen los medicamentos directamente al estado. En cuanto al desarrollo, propongo que implementemos tecnología en todos los modelos, especialmente en agricultura. Necesitamos transformar nuestra agricultura en uno que aproveche la tecnología. Además, sugiero la reforma en el impuesto sobre la renta, donde las pequeñas empresas paguen significativamente menos y las grandes, más. Mi visión es convertir a Colombia en un país donde la tecnología constituya la base de los servicios y el desarrollo agrícola.
En un clima con tantos candidatos, ¿cómo planificas navegar en esta complejidad electoral?
Existen múltiples candidatos por diversas razones, y algunos ya están avanzando hacia sus consultas. Si el Centro Democrático toma decisiones, perderá fuerza; lo mismo podría suceder en el ámbito izquierdo. La buena noticia es que hay una Colombia que desea contribuir al bien del país, y cada vez más surgen nuevos líderes políticos. Aquellos que dominaron el panorama en las últimas tres décadas, como Gaviria, Vargas Lleras, Uribe, Santos y Petro, están llegando al final de sus ciclos, dando paso a una nueva generación que busca servir.
¿Opinas que es necesaria una consulta popular previa a las elecciones, y que podría realizarse sin costo, dado que puede implicar un gasto significativo de 700,000 millones de pesos?
Este es un excelente ejemplo para abogar por la unidad. Lo importante son los resultados y las alianzas, no solo en torno a la ideología, sino en realizar acuerdos para alcanzar deseables resultados sociales. Si buscamos mayor dignidad para los trabajadores, es lógico que gobierno, parlamento y empresarios se acuerden y trabajen en base a esas reformas, reduciendo el gasto estimado de 700,000 millones de pesos. Hacer llamados al parlamento solo para criticar leyes por ser propuestas por Petro no es el enfoque correcto.
Mauricio Lizcano Foto:Archivo
¿Cómo ha reaccionado tu familia ante esta nueva etapa?
Mi madre está muy nerviosa. El impacto de las redes sociales y la crítica despiertan sus preocupaciones. Mi padre, que ha estado más involucrado en la política, comprende que mi papel es ayudar a construir un proyecto sólido y me apoya. En cuanto a mis hijos, se enfrentan a la pedagogía que implica moverse en este entorno digital, y lo manejan con cariño, dado que se exponen a muchos comentarios que necesitan interpretar. Mi esposa es valiente y está comprometida; su apoyo es crucial y sin ella, no hubiera considerado estar al frente de esta campaña.
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#Politiquando con Maria José Pizarro. Foto:
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