Humo negro en el cónclave: todavía no hay papas después de la primera voz

Humo negro en el cónclave: todavía no hay papas después de la primera voz

El primer humo que señala el inicio del cónclave para elegir al nuevo Papa de la Iglesia Católica se manifiesta en el humo negro que surge del Vaticano, indicando que los 133 votantes no han logrado llegar a un acuerdo sobre quién será el sucesor del Papa Francisco. Esta noticia fue recibida con gran expectación por miles de personas, incluyendo tanto a los fieles devotos como a los curiosos que se congregaron en la emblemática Plaza de San Pedro, justo después del inicio del cónclave.

Desarrollo

Los Cardenales, encargados de elegir al nuevo líder espiritual de la Iglesia, se retiraron a las 17:46, hora local, en la Capilla de Sixtina. Este es un paso crucial en el proceso de selección, que sigue el protocolo tradicional establecido durante siglos. Como es costumbre, el resultado de la votación se comunica al público mediante el color del humo que emite la chimenea instalada en el techo de la capilla: si el humo es blanco, esto indicará que se ha elegido un nuevo Papa; en cambio, si el humo es negro, significa que el cónclave debe continuar, lo que ha ocurrido en esta ocasión.

Continuidad

La elección del nuevo obispo de Roma es un proceso notablemente impredecible. Ayer, tras la primera ronda de votaciones, no se alcanzó el consenso necesario para designar al sucesor del Papa Francisco, lo que obligará a los Cardenales a continuar sus deliberaciones. Este proceso de votación se llevará a cabo varias veces al día, concretamente cuatro veces: dos por la mañana y dos por la tarde, hasta que finalmente se logre una elección satisfactoria.

Según la información proporcionada por el Vaticano, hoy se anticipa una jornada extensa. Habrá dos oportunidades para ver el humo; una se produciría en la mañana colombiana y, si fuera necesario, la otra se generaría durante la cena, hora de nuestro país. Esta expectativa mantiene en vilo a todos los presentes y a los seguidores de la Iglesia alrededor del mundo, quienes están ansiosos por saber quién será el nuevo líder de la comunidad católica.

Este momento es crítico no solo para la Iglesia Católica, sino también para millones de creyentes en todo el planeta que buscan estabilidad y dirección espiritual. La figura que se elija no solo deberá asumir la responsabilidad de liderar la Iglesia, sino también de abordar diversos desafíos contemporáneos que enfrenta la comunidad católica hoy en día, desde cuestiones de moralidad moderna hasta la crisis de credibilidad que ha afectado a la institución en años recientes.

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