Desde la tarde del jueves 8 de mayo, el área metropolitana en el Valle de Aburrá se vio forzada a confrontar una nueva emergencia relacionada con lluvias desfavorables. Este fenómeno natural se ha convertido en un evento recurrente en la región a lo largo de varias semanas, generando preocupación entre los habitantes y las autoridades locales.
En esta ocasión, la comuna de Sabaneta emergió como un testigo evidente de la devastación provocada por las condiciones climatológicas adversas. En particular, el sector conocido como El Hoyo fue el que sufrió más severamente; un considerable movimiento de masas se desató, arrastrando consigo todo lo que había en su camino y causando serios daños a numerosas viviendas en la zona.
Tras este trágico incidente, las autoridades responsables de la gestión del riesgo de desastres, junto con la administración municipal de Sabaneta, confirmaron la lamentable pérdida de cinco vidas en esta calamidad. Además, se reportó que aún hay dos personas desaparecidas desde lanoche del jueves, lo que agrava aún más la situación de angustia y desesperación entre los familiares y amigos de las víctimas.
En respuesta a estos hechos graves, el Núcleo de Investigación y Emergencia en Gestión de Riesgos y Desastres (NIEGRD), en coordinación con la Dirección de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran), así como con el apoyo del Ejército Nacional, se ha movilizado a la zona afectada. Su objetivo es llevar a cabo labores de despeje y rescate, trabajando incansablemente para ayudar a quienes lo necesitan en medio de esta crisis.
Como parte de las operaciones de rescate, se instaló un puesto de mando unificado a partir de las 6:00 a.m. del viernes en el Hotel La Extremadura. Este esfuerzo coordinado permitió que la oficina del alcalde de Sabaneta pudiera dar a conocer la identidad de las cinco víctimas fatales que resultaron de los deslizamientos de tierra en la comuna. Las autoridades confirmaron que las víctimas pertenecían a dos familias de la comunidad de El Hoyo.
Entre los fallecidos se encontraba Deiby Roqueme Mendoza, un hombre de 39 años, quien fue encontrado junto al cuerpo de Natalia Lucía Roqueme Luna, un niño de tan solo 12 años. Por otro lado, las autoridades también recuperaron los cuerpos de Liz Patricia Luna Hernández, de 32 años, así como William Jesús Cardon Montoya, de 60 años, y su esposa María Elena Montoya de Cardon, de 78 años. Las historias de estas familias son trágicas y recordatorias de las feroces fuerzas de la naturaleza.
Por el momento, las labores continúan en el área afectada, ya que se está enfocando en la búsqueda de dos personas que siguen desaparecidas, de 78 y 58 años, generando preocupación y tensión en la comunidad. La situación pone de relieve la necesidad de un sistema de alerta ante desastres más eficaz, así como la imperiosa necesidad de implementar medidas de prevención y mitigación ante futuros eventos climáticos extremos.
Nicolás Tamayo Escalante
Periodista nacional, en Medellín.
In this expanded version, the context of the disaster is elaborated, highlighting both the human and community impacts while maintaining the integrity of the original HTML and details.