



El público del Teatro Municipal Enrique Buenaventura compitió con el pueblo Kággaba (Kogui) de la Sierra Nevada de Santa Marta en el marco de la Bienal Internacional de Danza de Cali, que este año concluyó su séptima edición.
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“Gonawindúa: corazón del mundo” en la Bienal Internacional de Danza de Cali. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
Los participantes vibraron entre los nativos quien actuó en el escenario Gonawindúa: el corazón del mundo. Fue obra del teatro Cenit en cooperación con la organización Gonawindúa Tayrona (OGT).
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Se trató de una puesta en escena con inédita participación de pueblos indígenas, que posibilitó la creación de lo que los expertos calificaron como “un poema visual y épico, proponiendo a través de la danza, Cuidando el agua y la Tierra.
“Gonawindúa: corazón del mundo” en la Bienal Internacional de Danza de Cali. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
Son un reflejo de los “primeros hijos de la Madre Tierra”. Este fue el mensaje de estos indígenas, llamados “hermanos mayores”, un paradigma basado en el cuidado y respeto a la naturaleza.
Bajo la dirección artística de Nube Sandoval y Bernardo Rey, la obra fue posible gracias a la alianza con Gonawindúa Tayrona, el gobierno oficial de los Kogi, formado por sus líderes gubernamentales y espirituales.
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Los indígenas explicaron que la obra nació de la conversación de dos mundos culturales. Por un lado, está el pueblo Kággaba, más conocido como Kogi, y su misión cosmogónica de armonizar y cuidar el planeta.
Por otro lado, se pretende enfatizar el papel del teatro como puente que integra los lenguajes contemporáneos de las artes escénicas para comunicar el llamado a proteger la biodiversidad.
“Gonawindúa: corazón del mundo” en la Bienal Internacional de Danza de Cali. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
Fue una coproducción del Ministerio de Cultura, Arte y Conocimiento; intendente del Teatro Julio Mario Santo Domingo y el Centro de Estudios Teatrales (Cenit).
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La programación de la séptima Bienal Internacional de Danza de Cali inició el 11 de noviembre y se extenderá hasta el 17 del mismo mes.
El organizador es la Asociación de Promoción del Arte (Proartes) con el apoyo de la Alcaldía de Santiago de Cali a través del Ministerio de Cultura.
Según Proartes, La inauguración fue un homenaje a las tradiciones territoriales, la creatividad contemporánea y la presencia de comunidades indígenas en los espacios emblemáticos de la ciudad.
Cataluña y su escena
Mientras tanto, se levantó el telón en el Teatro Jorge Isaacs Sonoma, Compañía catalana La Veronal, presentación incluida en el denominado Foco Cataluña en el marco de la Bienal Internacional de Danza de Cali, en colaboración con el Instituto Ramon Llull.
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“Sonoma Es el grito de un hombre sometido a este ritmo, límite de la existencia, de donde proviene el aullido primitivo del cuerpo, el pulso de la humanidad, para sobrevivir y sentirse vivo; existencia, incluso si está al borde de la realidad o por encima de ella. Sonoma Es la certeza de que lo virtual y lo digital sólo se supera volviendo a las raíces”, afirmó el director artístico de la Bienal, Juan Pablo López.
“Esta obra nace de la necesidad de volver a la fuente, al cuerpo, al cuerpo. Es perderse en un viaje entre el sueño y la ficción, donde la persona encuentra lo extraordinario, el cuerpo y la materia orgánica”, explicó.
“La obra intenta mostrar cómo embellecer las cosas más cotidianas, renunciando a la construcción de significados, permitiendo que los signos broten y se multipliquen solos, comunicándose con las capas más irracionales del hombre; donde lo unido llama a la separación, y lo separado busca siempre reunirse”, afirmó el director.
Durante la inauguración de la Bienal titulada La iniciativa “En Cali se baila así – Diálogo de litorales” también reunió a 20 bailarines caleños bajo la supervisión de las maestras Aura Hurtado (Cali) y Mónica Lindo (Barranquilla).
El montaje utiliza marimba, cununo, acordeón y gaita para expresar una puesta en escena en la que se entrelazan identidades del Pacífico y el Caribe.
La obra “El potro” en la Bienal. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
“El Semental” galopó en la Bienal
Los residentes también aprovecharon con entusiasmo la alternancia de programas referidos al folclore contemporáneo y estudios escénicos.
Orkéseos de Bogotá se presentaron en la sala de usos múltiples del Centro de Danza y Coreografía La Licorera del Valle del Cauca. Semental, Resistencia a más de 50 años de historia.
La obra “El potro” en la Bienal. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
Fue un estreno mundial, beneficiario de una beca por muchos años de trabajo.
La compañía brindó al director artístico de la Bienal una perspectiva que le permite repensar la tradición desde una perspectiva contemporánea, gracias a 35 años de experiencia internacional.
Orkeseos se centra en “la acción misma de levantarse del suelo y bailar. Es una compañía que aborda la danza tradicional desde una perspectiva contemporánea, recreando y repensando la diversidad étnica y los deberes musicales de Colombia. De esta manera, a través de diversos procesos artísticos, establece un diálogo intercultural hacia propuestas de carácter social y político”, afirmó López.
KAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
California
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