La Policía Metropolitana en Santa Marta se encuentra en el centro de Burza. El 8 de junio, dos de sus más altos oficiales fueron capturados: Mayor Diego Sepúlveda y el Capitán James Medina Vega, quienes lograron la sección de penalización (Sijín).
Según la oficina del fiscal, ambos lanzarían la liberación de Jesús Alberto Peña Villegas, también conocido como Shadow, considerado uno de los éxitoes más peligrosos en el norte del país.
El hecho no es menos. La investigación, que duró más de tres meses, reveló que Alias Shadow fue liberada sin ninguna orden judicial, unas horas después de que el ejército atrapado durante la cirugía en las zonas rurales de Ciénaga, Magdalena.
¿Quién es alias?
Alias Shadow no es un criminal de bajo perfil. Su nombre parece estar relacionado con al menos 35 asesinatos, y su récord se coloca como jefe de los hitmens de los grupos de defensa propia de la conquista Sierra Nevada, un grupo armado, que ejerce un control territorial a través de asesinatos y extorsión selectivos.
Por primera vez cayó en manos de la justicia en 2013, bajo el seudónimo “Zorrillo”, cuando fue capturado por el ejército del ejército y Sijin en Pueblo Viejo. A pesar de las acusaciones en su contra, recuperó su libertad por razones que nunca se han explicado.
El 14 de marzo de este año, fue arrestado nuevamente por el ejército durante operaciones de alto riesgo en San Pedro de la Sierra. Sin embargo, cuando fue entregado a la policía en Santa Marta, su destino cambió repentinamente.
Operación exitosa arruinada en horas
Alias Shadow ingresó al Comando de la Policía Metropolitana a las 4:00 de la mañana del 15 de marzo. Pero unas horas más tarde fue liberado, no llevado a la oficina del fiscal de URI o pasar por ningún juez. No hay ley en la partida. No hay compañía judicial. No hay explicación.
La indignación de las fuerzas militares es profunda. Durante semanas planearon y atraparon la captura, solo para ver cómo un procedimiento irregular deja de funcionar en la Tierra.
La policía responde
La policía metropolitana emitió una declaración que reconoce los hechos y afirmó que después de cumplir con la supuesta irregularidad se creó un grupo especial con la coordinación de la oficina del fiscal para examinar a las personas responsables. Como resultado, se emitió para capturar órdenes contra Sepúlveda y Medina Vega, que se llevaron a cabo este domingo.
“La institución repite su compromiso con la legalidad, la transparencia y el servicio a los ciudadanos”, dice la declaración oficial.
Pero para la opinión pública, la palabra no es suficiente. La falta de registros formales que explican la liberación de la sombra aumenta la sospecha de corrupción en una de las unidades clave de la lucha contra el crimen organizado.
La justicia tiene evidencia abrumadora
La oficina del fiscal ya tiene pruebas que muestran la responsabilidad directa de dos oficiales. La acción puede configurar crímenes como Prevarniate y Fute Piek.
“Fue una decisión sin apoyo legal, sin una orden judicial y contrariamente a los protocolos. Esto no debería propagarse”, dijo el portavoz de la entidad de investigación.
Sepúlveda fue arrestado mientras pasaba el curso para participar en el Coronel. Medina Vega fue capturada como parte del mismo comando policial, que estaba dirigido hasta hace poco.
Desde la publicación del apodo de Shadow, ha sido desconocido. Las autoridades temen que se reanude el mando de su estructura criminal y que fortalezca el dominio brutal en las zonas rurales del Caribe.
Este caso revela una posible red de corrupción en la policía y enciende las alarmas por parte del país donde los grupos de defensa propia, como los grupos de defensa propia del clan Sierra y el Golfo Pérsico, han fortalecido, liberando una ola de delitos y extorsión que afectan directamente la paz y la economía de la ciudadanía.
Roger Urieles, para la época de Santa Marta. Wx: @rogeruv