Atlético Nacional se enfrenta a un periodo crucial en su gestión de plantilla antes de que se alcance la mitad del año, ya que varios de sus jugadores más destacados terminan sus contratos el 30 de junio de 2025. Esta situación ha generado un gran interés y expectativa entre los aficionados, al mismo tiempo que plantea importantes desafíos para los directivos y el cuerpo técnico del club, conocido como verdolaga.
(Es posible que también le interese: la conexión de Pablo Escobar con la Copa Libertadores de 1989, que, cabe aclarar, ha sido objeto de numerosas especulaciones en medios de comunicación y entre los seguidores del equipo).
En este contexto, es primordial analizar algunos de los nombres sobresalientes que se encuentran en el centro de estas decisiones. Uno de los futbolistas más importantes es Jorman Campuzano, quien llegó al club en calidad de préstamo desde Boca Juniors. Su contrato expira a mediados de año, y aún no se ha decidido si se intentará extender su vínculo. La incertidumbre en torno a su futuro plantea preguntas sobre el impacto que su salida podría tener en el rendimiento del equipo.
Otro jugador que ha tomado un papel relevante es el delantero Kevin Viveros, quien también concluye su contrato en esa misma fecha. Su capacidad para marcar goles y su dinámica en el ataque lo han convertido en un elemento clave para la ofensiva del equipo, y su posible salida podría dejar un vacío difícil de llenar.
Además de ellos, el club se encuentra en una encrucijada con Juan Zapata y Sebastián Guzmán, ambos centrocampistas que han tenido minutos significativos en las decisiones tácticas del actual entrenador. La directiva de Atlético Nacional debe decidir si los retiene para seguir fortificando la plantilla o si optarán por dejarlos ir como agentes libres, lo cual podría resultar perjudicial para la cohesión y calidad del equipo.
La situación de William Tesillo, defensor central que ha participado en giras internacionales, también debe ser evaluada de forma cuidadosa. Su experiencia y habilidad son vitales para la solidez defensiva del equipo, y su continuidad se torna fundamental si los objetivos del club son altos para el segundo semestre de la temporada.
La viabilidad de estos contratos es crucial para los planes del club en el nuevo ciclo que está por iniciar. La continuidad de estas piezas esenciales será decisiva para alcanzar los objetivos propuestos, donde el equipo intentará consolidar su proyecto deportivo y mantener una prominencia significativa en el competitivo fútbol colombiano.
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