El Tribunal de Fútbol de la FIFA ha tomado una decisión drástica y severa frente al Deportivo Cali, imponiendo una sanción de considerable magnitud. La causa detrás de esta acción es la vulneración de los derechos laborales del delantero paraguayo, Gustavo Adrián Ramírez Rojas, quien fue objeto de impagos en relación a su salario correspondiente. Esta situación ha llevado a que el club se enfrente a una deuda que alcanza la notable suma de 237,500,000 pesos colombianos netos.
La resolución, identificada bajo la referencia FPSD-14755, exige que el club cumpla con el pago total de la deuda, además de intereses acumulados que se fijan en un 5% anual. De acuerdo con este fallo, Deportivo Cali está obligado a abonar 12,500,000 COP en concepto de intereses desde enero de 2023 y una cantidad mucho más significativa de 225,000,000 COP a partir de agosto del mismo año. Es importante destacar que estos pagos deben ser enviados a la cuenta bancaria que el jugador ha registrado, lo que añade aún más presión sobre el club para resolver esta situación en el menor tiempo posible.
(También puede leer: Otro problema: los millonarios informaron la lesión de uno de sus mejores jugadores)
Además del impacto financiero inmediato, la respuesta de la FIFA no se limita a la exigencia de pago. Se incluye una advertencia formal al Deportivo Cali, enfatizando que la falta de cumplimiento con esta orden dentro del plazo estipulado, que es de 30 días a partir de la notificación que se produjo el 9 de mayo de 2025, podría derivar en el traslado del asunto a la Comisión Disciplinaria. En este caso, se podrían imponer sanciones aún más severas, lo que podría complicar aún más la situación del club.
Por si fuera poco, Deportivo Cali ha enfrentado una prohibición que le impide registrar a nuevos jugadores durante tres períodos de fichajes consecutivos. Esta restricción será levantada únicamente si se regulariza el pago completo de la deuda pendiente. Esta penalización impacta de forma directa y negativa la planificación deportiva del equipo, que ya está lidiando con una crisis financiera prolongada que ha afectado sus operaciones y su rendimiento competitivo en el campo.
El conflicto se originó cuando el delantero Ramírez, quien jugó la primera mitad de 2023 en el Sugarmen, decidió presentar una demanda ante la FIFA señalando el incumplimiento de su contrato por parte de Deportivo Cali. Tras su salida del club a mediados del año pasado, el futbolista no recibió los pagos que le correspondían, lo que llevó a esta situación legal y a la posterior sanción del club.
Las reacciones de los aficionados y analistas del fútbol han sido preocupantes, ya que todos han manifestado su inquietud frente a esta suspensión que complica aún más la situación deportiva e institucional del Deportivo Cali. La necesidad de que el club actúe de manera expedita es urgente si desea eludir un castigo que podría limitar severamente su plantilla durante más de un año.
Eldeportivo.com.co