El humo negro significará que no hay decisión y el blanco, conocido como “Smay White” anunciará que el Papa 267 ha sido seleccionado.
Escritura web/ln
Los bomberos han llevado a cabo la instalación de la chimenea en el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano, un evento significativo relacionado con el Conclave que dará inicio el 7 de mayo. Este Conclave tiene como objetivo elegir al nuevo Papa, y el humo que emita la chimenea será crucial, ya que servirá como indicador del resultado de la votación realizada por los Cardenales. Cuando se emita humo negro, esto señalará que aún no se ha llegado a una decisión definitiva, mientras que el humo blanco será el anuncio esperanzador de que el Papa 267 ha sido seleccionado.
Preparativos
Como parte de los preparativos para este importante evento, la Capilla Sixtina cerró al público el lunes pasado. Este cierre es una medida necesaria para facilitar los preparativos para el Conclave, donde se reunirán 133 Cardenales menores de 80 años, quienes, ante la majestuosa obra de Miguel Ángel, serán responsables de votar por sus candidatos para suceder a Francisco. El ambiente de solemnidad y reverencia en este espacio histórico es fundamental mientras los Cardenales toman decisiones que influirán en la dirección espiritual de la Iglesia Católica.
Es esencial que la capilla sea adecuadamente organizada y preparada; esto incluye la disposición de mesas y bancos que facilitarán los debates y la discusión entre los votantes. La chimenea instalada tendrá una función vital: será el medio a través del cual se comunicará al mundo el resultado de los votos. Durante el desarrollo del Conclave, todos los ojos estarán puestos en esta chimenea, ya que el humo que emita será crucial para informar a los fieles de los resultados.
El humo negro que salga de la chimenea indicará al mundo exterior que no ha habido consenso entre los Cardenales; en otras palabras, que no se ha logrado acordar un nuevo Papa. En contraste, el humo blanco, que se genera al añadir una sustancia química a los votos quemados, se interpretará como el anuncio de que un nuevo líder espiritual ha sido elegido. Para que se considere válido, se requerirá alcanzar un consenso del dos tercios, lo que actualmente se traduce en un total de 89 votos. Este proceso electoral es tanto un evento religioso como un acto de gran importancia política dentro de la Iglesia, y la observancia meticulosa de las tradiciones y rituales es crucial para que el Conclave se lleve a cabo de forma adecuada y respetuosa.