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El excongresista Jorge Enrique Robledo anunció que en esta oportunidad no buscará la Presidencia de la República, pero sí su regreso al Congreso para combatir la “mediocridad” de la corporación y defender a Colombia de lo que llamó “el daño inaudito que le está haciendo Petro”. La candidatura a la presidencia la definirán entre Sergio Fajardo y Juan Manuel Galán.
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¿Ya decidieron, entre usted, Sergio Fajardo y Juan Manuel Galán en el proyecto de coalición que están construyendo, cuál de ustedes va a ser el candidato presidencial o cómo lo van a escoger?
Llevo un montón de días deshojando la margarita. Y, definitivamente, ya sé, con tantas cosas que estoy viendo tan terribles de este gobierno y lo que está pasando en Colombia, de una gravedad inaudita por el daño que está haciendo Petro, que mi deber es regresar al Senado. Estuve veinte años de senador y creo que lo hice más o menos bien.
¿Y a qué regresa?
Vuelvo al Senado a defender a Colombia. También, hay que decirlo con toda franqueza, me motiva la mediocridad del Senado colombiano de hoy, no voy a decir que en todos los casos, pero el conjunto sí es de una mediocridad pasmosa. Siento que es mi deber ir allá y ayudar de alguna manera a este país. Petro heredó un país que venía muy mal. Es más, en buena medida Petro gana porque hay un voto de castigo, pero su capacidad para equivocarse es sorprendente. Cogerlo en un acierto es una hazaña casi imposible. Y eso le está causando un daño descomunal al país. Gustavo Bolívar aplaudió que Petro le hubiera vendido el alma al diablo y eso ni siquiera suscita un debate…
Gustavo Petro, presidente de Colombia. Foto:Presidencia
Ahora hablamos del diablo y sus componentes. Pero primero respóndame: ¿eso significa que su alianza con Fajardo acabó, o que el candidato es él?
No, eso significa que estamos construyendo un proyecto de coalición en el que están Dignidad y Compromiso, al que Fajardo y yo pertenecemos, está el Nuevo Liberalismo y está el Mira. Y dentro de esa coalición pues está sonando el nombre a la presidencia de Sergio Fajardo; él no ha tomado una decisión, pero ojalá la tome en esa dirección. También se menciona el nombre de Juan Manuel Galán…
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Muy buenos, ambos…
Sí. Pero de momento lo que vamos a concretar y creo que pronto lo vamos a oficializar es una coalición para Senado y Cámara. Y en unos meses, mirar las cosas de la presidencia y ver a qué acuerdo llegamos.
Sergio Fajardo y Juan Manuel Galán. Foto:Instagram: @sergiofajardovalderrama – @juanmanuelgalanpachon
Ahora sí pasemos a hablar del diablo. El diablo se nos apareció bajo la forma, que no creíamos posible, de un Ejecutivo que irrespeta la decisión del Legislativo… Primero dizque por fraude, luego que porque no existió jurídicamente la decisión.
Yo miré eso con mucho detenimiento, varias veces y no veo fraude ahí en ninguna parte. Es más, el número de votos fue altísimo…
La diferencia poquita, pero el número de votos alto…
O sea que el tiempo que hubo de votación fue suficiente, pero además están los videos de mucha gente, incluidos petristas, gritándole al presidente “cierre, cierre”. Ese tipo como de guachafitas son comunes en el Senado, me tocó verlas por cantidades.
Lo que no es común es ver que el ministro del Interior le va a pegar al secretario del Senado…
Se pasó la raya el doctor Benedetti. Pero hay un punto que es el principal, y es que el notario de las decisiones que sucedan en el recinto es el secretario, es lo que dicen las normas. Cuando el secretario afirma, la votación fue 49-47, ese es el hecho legal, ratificado además por el presidente del Senado. Y en la Constitución colombiana las decisiones legales se pueden modificar, pero eso le corresponde a otro poder distinto, que es el Judicial.
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Y el Judicial, en este caso, es el Consejo de Estado, no es el que Petro diga. No es, en todo caso, la Corte Constitucional.
Exacto. Pero como Petro tiene magistrados ahí en la Corte, calcula que el doctor Carvajal le ayuda…
Y el doctor Vladimir…
Pues tiene unos cuantos ahí, cierto. Pero ¿cuál es el punto que a mí me impresiona más? Que se confirma el alma autocrática de Petro. Porque él nunca ha sido un demócrata, nunca. A mí no se me olvida que en el Polo, si una decisión que se tomaba en el comité ejecutivo a él no le gustaba, no la acataba, y se lo decía a uno en la cara: ‘Es que yo hago lo que se me dé la gana’. Y eso es un poco lo que ha pretendido llegar a hacer en su cargo actual. No me sorprendería que al final, como hizo con el cuento de la constituyente, salga con un chorro de babas y recoja la pita, inventándose otra cosa con la cual confundir y engañar a los colombianos. Pero es evidente que lo que está haciendo es por completo indebido.
No sabe perder…
Eso es de su naturaleza, como lo es embaucar y hacer trampa y decir mentiras, y maltratar a la gente, incluidos sus propios amigos. Tiene una personalidad de lógica autocrática. Espero que sea capaz de sofrenarla, porque si no, puede terminar metido en unos líos complicadísimos.
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Desarrólleme eso de que Petro tiene una personalidad de lógica autocrática.
Él no es un demócrata, lo vivimos en el Polo. Voy a poner un ejemplo: él fue nuestro candidato en las elecciones de 2010; gana Santos, que era el candidato de Uribe, nosotros llevábamos ocho años de oposición a Uribe, el comité ejecutivo por unanimidad decidió hacerle oposición a Santos, y Petro salió a los medios a decir que no aceptaba ese veredicto y a los cuatro días ya estaba abrazado con Santos. Cuando lo derrotamos en la votación en el Polo, él rompió con el partido y se dedicó a destruirlo a punta de falsedades. Y como esta le podría contar muchas anécdotas. Además terminó atacando a Carlos Gaviria cuando Carlos tenía todas las posibilidades de ganar la presidencia. Se centró en sabotearlo, desconociendo las mayorías en el Polo. No hubo cosa de mala leche que no hiciera Petro, hasta que derrotó a Carlos Gaviria y nos derrotó a los demás.
¿Eso fue por lo cual usted se salió del Polo?
No. Yo me salí del Polo después, cuando Petro, desde afuera del Polo, hizo mayoría y era obvio que yo no me iba a quedar en un partido donde el jefe iba a ser Petro. Él es una especie de pequeño gran tirano y eso no me lo aguanto.
Jorge Enrique Robledo. Foto:Cesar Melgarejo / EL TIEMPO
¿Cree que estamos ante un golpe de Estado?
No lo veo así. Pero si se mete por ahí en la consulta, sería llevar su lógica autocrática al extremo.
Pero ya se metió…
No, es que Petro es astuto: que resuelva la Corte Constitucional, dice.
Pero es que no puede resolver la Corte…
Cierto. Pero él, al final, puede acomodarse, lo mismo que hizo con el cuento de la asamblea constituyente. Él sabía que no se podía meter por ahí, porque no tenía votos en el Congreso para cambiar la Constitución. Por eso, aun cuando entre sus amigos hablen de que Petro se quede en el 2026, él sabe que no se puede quedar, que si se mete por ahí, tendría que dar un golpe de Estado con el respaldo de la fuerza y terminaría hasta en la cárcel, a mi juicio.
Ya anunció que el decreto que autoriza la consulta lo firma la semana entrante. ¿Eso por lo menos es un prevaricato?
No soy abogado, pero sí constituye una ilegalidad porque él no tiene potestad para hacer eso.
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¿Si se mete por ahí, usted cree posible, por ejemplo, que llegue hasta a desconocer las elecciones presidenciales?
No creo que se atreva. Sería un imbécil. Él tiene bastante de tonto en muchas ocasiones, pero no creo que llegue hasta allá, y si lo hace, terminará mal. No creo que tenga fuerza para montar una dictadura. Son más cañazos para engañar, no a la cúpula petrista, sino a la base petrista. Esto me ofende particularmente porque es engañar a la gente sencilla y a sus amigos.
Eso es de su naturaleza, como lo es embaucar y hacer trampa y decir mentiras, y maltratar a la gente, incluidos sus propios amigos. (Petro) Tiene una personalidad de lógica autocrática. Espero que sea capaz de sofrenarla, porque si no, puede terminar metido en unos líos complicadísimos.
¿Es el populismo, no?
Es populismo, pero un populismo muy tramposo contra la gente del común, porque él sabe que sus amigos ilustrados están con él de compinches. Entonces tendrá que recoger esta cabuya y si no la recoge, puede terminar en el peor de los mundos.
Nos deja preocupados…
No creo que se atreva a ir hasta allá, ponerse en la franca ilegalidad y meterse en un golpe de Estado. No creo. Sería un imbécil y un imbécil muy solo.
¿Usted cree que la consulta por decreto tenga futuro?
Él la puede lanzar, pero eso se le hunde. Por el camino habrá autoridades judiciales que van a decir que no; fácilmente el Registrador, quien no debe hacerle caso. Y es probable que hasta sus ministros no todos le firmen el disparate. Creo que eso le sirve para hacer ruido unas cuantas semanas más, pero al final, repito, esa cabuya tendrá que recogerla porque confío en que nadie en la justicia se va a poner de alcahuete de este irresponsable. Él sí puede tener en la justicia a unos cuantos que le hagan de comparsa, pero no creo que tenga mayorías para tomar decisiones.
¿Qué sigue entonces para el país? Puede que como usted dice, todavía no se concrete el golpe, pero sí parecería el comienzo de un desbarajuste institucional mayúsculo…
Espero que el Poder Judicial y el Legislativo hagan lo que se debe hacer en defensa del interés nacional, y eso se hace defendiendo la Constitución y las leyes. Espero que los distintos sectores de la justicia actúen con la celeridad que se requiere, porque es evidente que el juego de Petro es mantener como una especie de interinidad. O sea, en parte el juego de Petro, muy politiquero, ha sido desde que se posesionó obligarnos a todos a que hablemos en torno a lo que él diga. Que él imponga el tema a toda Colombia y a todos los medios de comunicación.
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Pero ¿por qué cree que le comamos tanta carreta?
Porque es muy astuto y este es un país donde los medios generalmente han sido presidencialistas. Tengo como la impresión de que los medios en Colombia –y de pronto es en todo el mundo, realmente no sé– sienten como un deber amplificar lo que el presidente diga.
Quien además se queja de que recibe poca atención…
Sí, pero esas son quejas de astutos, porque claro, él quisiera más y más y más, ¿no? Y la verdad es que los medios han sido amables con Petro.
Si usted fuera hoy senador, ¿qué haría ante esta coyuntura para conjurar esta crisis?
Ser durísimo en el debate, durísimo; estaría a capa y espada, en el recinto del Senado y afuera de él. Porque si él impone sus errores, pues hay que salirle a la controversia, porque está engañando a la gente. Petro suele no tener la razón. Coger a Petro en un acierto, María Isabel, es un milagro, es un milagro. Se lo había dicho atrás. Yo estaría en la primera fila del debate democrático, cuidando las formas, claro. No soy del estilo de maltratar y ese tipo de cosas, pero sí estaría en la primera fila de la controversia, porque este es un país con una democracia superenredada y con mil fallas y deficiencias, lo que sea, pero eso es lo que tenemos. Y lo que está Petro intentando avasallar y romper es la democracia que se practica en Colombia, a cuenta de que es el pueblo, paja, qué pueblo va a ser. Que porque ganó una campaña electoral, ¿cuántos votos le quedan? Es más, hago una pregunta: si Petro les hubiera contado a los colombianos cómo iba a gobernar, ¿hubiera ganado?
Presidente Gustavo Petro. Foto:Presidencia
¿Como por ejemplo qué no nos contó?
Durante toda la campaña, para poner un ejemplo, no defendió la lucha armada, ¿o sí? No, él estuvo silencioso en eso y desde el primer día en que se posesiona saca la espada de Bolívar, que no fue un homenaje a Bolívar, sino a la lucha armada del M-19. Yo protesté por eso. Y después, ¿cuántos desplantes más ha hecho en esa misma dirección? Si él hubiera contado, con todo detalle, lo que quería hacer con el sistema de salud, ¿hubiera ganado? Y así tantas cosas que podemos mencionar. Si hubiera advertido que iba a golpear las pensiones de la juventud colombiana, ¿habría ganado? Si hubiera dicho que le iba a vender el alma al diablo, desde la campaña electoral, y que iba a tener en el gobierno a Benedetti, o como el nuevo ministro de Justicia, ¿habría ganado? Si se hubiera sabido que Euclides Torres era el gran financista de su campaña y que hace un año ya tenía contratos firmados por 250.000 millones de pesos con el Estado, ¿habría ganado?
O sea, Petro llega engañando al país, ¿esa es la realidad?
Sí. Y lo sigue engañando sistemáticamente. Entonces, ¿cómo así que es el pueblo? ¿De cuándo acá? Él gana unas elecciones y se autoproclama el pueblo. ¿Y en nombre del pueblo cree que puede violar la Constitución? No. Esa es una actitud tramposa la de Petro, de autócrata. Y de iluminado, porque él se siente un ser superior y eso es parte de sus debilidades mentales.
Él gana unas elecciones y se autoproclama el pueblo. ¿Y en nombre del pueblo cree que puede violar la Constitución? No. Esa es una actitud tramposa la de Petro, de autócrata.
A Petro no parece gustarle gobernar al país. Por eso se apunta a cuanto viaje internacional le salga. ¿Usted cree que Petro lo que quería era proyectarse como un líder internacional, como una persona muy reconocida en el mundo?
Yo nunca fui cercano a Petro en el Polo, donde tuvimos mil desacuerdos. Uno de mis primeros estrellones, recién constituido el Polo, fue por una de las cosas que dijo Petro: que el secuestro estaba bien antes de la Constitución del 91 y que después ya no estaba bien. O sea, por ahí eran mis desacuerdos con Petro en todos los terrenos.
¿Cree que Petro gobierna creando sus propias realidades que no siempre son las reales?
Petro se siente tan iluminado que tiene la aspiración como de ser un Bolívar o una cosa así, de esa índole. Y entonces, en las circunstancias del país, eso solo lo puede hacer forzando la realidad y creando una especie de mitología en torno a él, que no corresponde con la realidad. O sea, ahí hay una confusión mental supremamente grande, que vamos a ver hasta dónde va a llegar. Porque él no tiene fuerza para ir hasta donde quiera ir, no se la veo.
¿Y cree que estamos a tiempo de que a Petro le dé un ataque de sensatez?
Cuando el país termine reaccionando.
Mensaje de rechazo al atentado contra Miguel Uribe
“Mi total y absoluto rechazo, sin ningún atenuante, al atentado contra Miguel Uribe. No más una violencia estéril que nos martiriza desde hace sesenta años. Mis saludos a sus familiares, copartidarios y amigos”.
