La administración de Donald Trump ha manifestado su descontento con las recientes regulaciones implementadas en Colombia que afectan a la industria automotriz.
El análisis fue realizado por un colaborador de Escritura web/ln, quien ha seguido de cerca este desarrollo.
En una carta dirigida al Ministro de Comercio de Colombia en funciones, Cielo Rusinque, el representante comercial de los Estados Unidos, Jamieson Greer, advirtió que la administración de Donald Trump podría considerar la posibilidad de finalizar las exportaciones de automóviles hacia Colombia a partir del 2 de mayo. Esta medida es el resultado de los desacuerdos surgidos por el cambio normativo en el sector automotriz colombiano y refleja la seriedad de la situación.
La preocupación de Estados Unidos se centra en el hecho de que Colombia ha decidido aceptar la certificación de vehículos que cumplen con los estándares establecidos por las Naciones Unidas, dejando de lado las certificaciones que se otorgan bajo las regulaciones estadounidenses. Esta decisión no solo ha generado incomodidad en el gobierno estadounidense, sino que también ha abierto la puerta a posibles represalias económicas.
“La persistente decisión de Colombia de modificar los requisitos de certificación para vehículos y sus componentes que ya cumplen con los Estándares Federales de Seguridad de Vehículos Motorizados (FMVS) de los Estados Unidos, sin haber aportado pruebas concretas de que ambas normativas sean equivalentes, constituye una práctica comercial desleal que podría desencadenar una respuesta rápida y contundente por parte de los Estados Unidos”, expresó el representante del gobierno de los Estados Unidos, subrayando la gravedad de esta situación.
En relación a la situación, Greer también hizo énfasis en que “Las nuevas regulaciones impuestas por Colombia están destinadas a obstaculizar el intercambio comercial entre Estados Unidos y Colombia, dañando así la economía colombiana, sin ofrecer una mejora tangible en los estándares de seguridad para los consumidores. Además, esta medida podría derivar en efectos negativos significativos para las ventas de automóviles y los empleos relacionados con el servicio en Colombia, aumentando los costos de manera innecesaria para los consumidores locales y limitando su acceso a vehículos nuevos y seguros”. La advertencia destaca la interconexión entre legislaciones comerciales y la seguridad de los consumidores.
Todo este escenario plantea interrogantes sobre el futuro de la relación comercial entre ambos países y la capacidad de Colombia para encontrar un balance entre sus iniciativas de regulación y las exigencias del socio comercial estadounidense. La posición de Estados Unidos podría tener repercusiones a largo plazo, afectando no solo el comercio automotriz, sino también otros sectores de la economía colombiana que dependen de un intercambio fluido y seguro con el norteamericano.
Con información de: Caracol Radio