Recientemente, el gobierno de Gustavo Petro ha lanzado una solicitud oficial para una consulta popular que incluye actos simbólicos como la espada de Simón Bolívar. Este acontecimiento surge en un contexto donde diversas industrias se han manifestado en contraposición a las políticas del gobierno chavista en Venezuela. El presidente Gustavo Petro empezó esta iniciativa el 1 de mayo, no solo con la intención de someter a votación 12 preguntas de textos públicos, sino también con la mirada puesta en las elecciones de 2026, como él mismo lo ha declarado.
El discurso del presidente Petro tuvo lugar en la Plaza de Bolívar, donde se dirigió a seguidores, sindicatos y comunidades indígenas. En este evento, la atmósfera era de euforia y expectativa, anticipando un periodo de trabajo intenso en los próximos meses.
Presidente Petro en la planta de energía del Día del Trabajo, en Plaza de Bolívar de Bogotá.
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Milton Díaz/Tiempo
El presidente lanzó advertencias a los parlamentarios del Senado que se atrevan a oponerse a su consulta. Aunque inicialmente intentó involucrar al pueblo para que actuara, dejó claro que votará en marzo de 2026, sugiriendo que los senadores que se opongan a su propuesta no tendrían otro futuro electoral. Él afirmó: “Si en un Senado de medianoche eligen decir que no a la consulta, la gente de Colombia se pondrá de pie y los revocará. No se equivoquen, porque el ladrón juzga por su condición. Creen que simplemente nos dejaremos llevar, pero no, los respetamos como seres humanos”. Estas palabras resonaron con fuerza, evocando el estilo del ex presidente Hugo Chávez, al utilizar la espada y la bandera de Bolívar, simbolizando la lucha por la dignidad.
Se hicieron oír, además, las voces de algunas industrias que expresaron su preocupación sobre cómo una consulta popular podría polarizar aún más al país, especialmente una vez transcurrido un año de las elecciones. La iglesia también se pronunció, mostrando su temor sobre la posibilidad de que esta dinámica cree divisiones adicionales en la sociedad colombiana.
Gustavo Petro, presidente de Colombia
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Predecir
Además, el presidente Petro criticó duramente la decisión de la Comisión VII del Senado de posponer la reforma laboral que había solicitado una consulta. Hizo acusaciones políticas graves, incluso insinuando que ciertos parlamentarios estaban implicados en el asesinato de Alberto Peña, un militar colombiano, en Miranda. Esta declaración fue rechazada por muchas voces, considerándola infundada, y se prevén acciones legales que podrían exigir la retractación del presidente.
En este contexto, el llamado de algunas industrias fue claro: exigir respeto por la independencia del Parlamento. Como expresó Armando Benedetti, Ministro del Interior, “no hay una amenaza para el presidente Petro en el parlamento, simplemente es que aquellos senadores que no apoyen la consulta popular, la gente no los elegirá”.
No hay una amenaza para el presidente Petro en el parlamento, simplemente que el diputado del Senado que no paga por la consulta popular, la gente no elegirá eso
Armando BenedettiMinistro
El ministro Benedetti también instó a que el Senado no se sometiera a la presión inapropiada que proviene de la Comisión, considerando inaceptable amenazar al Parlamento. Otros políticos y columnistas han expresado la necesidad de que la ciudadanía defienda su independencia frente a la demagogia del gobierno.
MP para el Senado en el Parlamento 18 de marzo.
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Nostor Gómez / Ceet
La próxima decisión del Senado será crucial, ya que tienen un plazo de 30 días para decidir sobre la consulta que propone Gustavo Petro. Esta consulta podría influir en la percepción pública respecto a las reformas laborales y sociales que se discuten en el país. Existen preocupaciones sobre la posibilidad de que estas reformas puedan provocar la pérdida de alrededor de 450,000 puestos de trabajo y empeorar la ya delicada situación del empleo en Colombia, la cual afecta a casi 3 millones de ciudadanos.
Armando Benedetti ha asegurado que no existe una amenaza para el presidente Petro en el Congreso: “No hay una amenaza para el presidente Petro en el Parlamento, simplemente que si el Senado no aprueba la consulta, la gente no apoyará a esos senadores”. Él también mencionó que no es justo que el presidente trate de imponer su voluntad, porque en última instancia, el poder reside en el pueblo.
En una campaña
La percepción de muchos es que esta consulta está directamente relacionada con la estrategia electoral de Petro. Benedetti afirmó que anteriores decisiones condujeron a la situación actual: “Nos dieron papaya al hundir la reforma y causaron la necesidad de la consulta”. Aunque Petro ha negado que su intención sea reeleccionista, es claro que busca ganar apoyo para continuar con su agenda social.
Los expertos concuerdan en que esta jugada representa un ejercicio de participación política significativo. “Sí, es el ejercicio de la participación política y es claramente el comienzo de la campaña. El Presidente no comenzó con la campaña con una consulta popular, pero desde que decidió dejar de controlar y exigir que el acuerdo sea ejecutar sus políticas públicas, esto se vuelve crucial”.
Es pronto para predecir lo que seguirá tras esta consulta, pero la polarización parece un resultado seguro, especialmente si se considera el contexto en el que se están llevando a cabo estas discusiones. Esta situación se asemeja a debates políticos pasados, donde la tensión entre el gobierno y la oposición creció considerablemente.
En conclusión, el futuro político de Colombia entre Gustavo Petro y el Senado sigue siendo incierto, con posibles implicaciones que podrían extenderse hacia las elecciones de 2026.
Mateo García
Centro