Kevin Román, un colombiano oriundo de Málaga, Santander, que reside desde hace tres años en Estados Unidos, se presentó voluntariamente a una audiencia el pasado 29 de mayo en Miami, Florida. Según su familia, Román tenía todos sus documentos en regla: permiso de trabajo, número de seguro social y ningún antecedente judicial.
Sin embargo, al presentarse ante las autoridades, fue detenido de inmediato por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y trasladado al centro de detención de Miramar, en Florida.
Desde entonces, ha sido recluido en varias prisiones, entre ellas Krome, en El Paso (Texas), y Otero Chaparral, en Nuevo México.
Kevin Román, familia pide su deportación Foto:Suministrada a EL TIEMPO
Ya se cumple casi más de dos meses desde que Román permanece privado de la libertad. Sus familiares denuncian que las condiciones en las que se encuentra no son humanas: no se le permite bañarse diariamente, no hay atención médica ni acceso a artículos básicos de aseo.
La familia, que reside en Colombia, asegura que no ha podido comunicarse directamente con él desde su detención. Su novia, quien vive en Estados Unidos, ha sido la única en recibir breves llamadas de Kevin.
Kevin está en una cárcel de Estados Unidos Foto:Suministrada a EL TIEMPO
El pasado 7 de agosto, la joven informó que más de 40 colombianos se encuentran detenidos junto a él y que han iniciado una huelga de hambre, desesperados por su situación y solicitando ser deportados.
No obstante, los vuelos hacia Colombia están suspendidos, lo que ha agravado la incertidumbre de losparientes.
“Me dicen que no puede durar 30 días ahí, pues las condiciones no son muy buenas, lo van a llevar para otro lado. Colombia quedó en enviar aviones para deportación, pero no hay programado enviar aviones, es hacer un llamado al gobierno colombiano para hacer el traslado”, dice la hermana de Kevin, Laura Román.
Kevin Roman detenido en Estados Unidos Foto:Suministrada a EL TIEMPO
Los familiares temen que Kevin sea trasladado nuevamente a otro centro de detención que tampoco cumpla con condiciones dignas.
Han manifestado en EL TIEMPO estar dispuestos a asumir todos los gastos necesarios para que el joven sea deportado a Colombia lo antes posible.
Melissa Múnera Zambrano
Corresponsal de EL TIEMPO – Bucaramanga
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