La decisión del gobierno de Estados Unidos de incluir al presidente Gustavo Petro, a su hijo Nicolás Petro, Ministro del Interior, Armando Benedetti y Primera Dama, Verónica Alcoceren la lista de ciudadanos especialmente designados y personas bloqueadas (Lista Clinton), ha provocado un terremoto político en Colombia.
La medida, emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) por presuntos vínculos con drogas ilegales, llega en un momento de intenso enfrentamiento con el gobierno estadounidense.
El presidente Petro y algunos de sus colaboradores más cercanos fueron agregados a la lista de la OFAC. Imagen:directorio privado
Si bien diversos políticos cercanos al presidente han manifestado públicamente su apoyo, llamó la atención que no hubo pronunciamiento de Gustavo Bolívar, exdirector del Departamento de Prosperidad Social (DPS) y miembro del Pacto Histórico.
Reflexión en medio de la adversidad
El silencio de Bolívar en la red social X se rompió el sábado 25 de octubre con un mensaje amplio y nostálgico. Sin abordar directamente la decisión estadounidense ni referirse a acontecimientos que rodearon el ciclo presidencial, el político y escritor centró una profunda reflexión sobre los costos y sacrificios de su carrera.
Al hacer un balance de su vida pública, Bolívar señaló que la política le había traído una serie de consecuencias personales negativas: “deudas, peligros, encierros, estigmas, calumnias, alejamiento de las personas que he amado, familia desunida, pleitos y denuncias, disturbios, persecución, seguimientos y engaños en el gobierno de Duque y cosas peores”.
Lista Petro El collage de Clinton Imagen:EL TIEMPO / Presidente
Sin embargo, afirmó categóricamente que no se arrepiente de su camino.
El núcleo del mensaje de Bolívar se centró en el valor moral de su activismo y su lucha contra la corrupción. El ex director del DPS afirma que su llamado era “mostrar un rumbo digno en actividades tan podridas, condenar y ejercer control social contra los corruptos y el narcotráfico, luchar contra tanta injusticia y servir a los más pobres de mi país”.
Con la mirada puesta en el futuro y la esperanza de un cambio cultural en Colombia, Bolívar concluyó su reflexión invocando los principios de la ética y la libertad personal: “Hacer lo correcto me hace libre y feliz. Pase lo que pase, es Dios quien todo lo ve y quien sabe quién miente, quién dice la verdad, lo que cada uno de nosotros ha hecho y lo que escribió, pero lo que entendió, pero lo que se merece”, merecidamente. en el bolsillo” pero “sonriendo por haberlo intentado” en el futuro. búsqueda de la verdad y la transparencia en la política nacional.
“Hacer lo correcto me hace libre y feliz. Pase lo que pase, es Dios quien lo ve todo y quien sabe quién miente, quién dice la verdad, lo que cada uno de nosotros ha hecho y lo que merecemos”, escribió, reiterando que preferiría morir “sin un centavo en el bolsillo” que “sonreír por haberlo intentado” en la búsqueda de la política nacional y la transparencia.
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