Historia de resistencia que no tiene monumentos – En la mira

Historia de resistencia que no tiene monumentos

 – En la mira

Un alma que todavía late

Hoy, los afro -seecientes Santa Marta viven en distritos como Mamatoco, Gaira, Bastidas, La Paz, Pescaíto y Cristo Rey. Son líderes sociales, chefs, músicos, maestros, empresarios, gerentes trenzados y culturales. Organizan ferias, escriben poesía, cocinan dulces y mantienen la memoria viva.

Sonidos de batería en los festivales. Cocada se ofrece con una sonrisa. Placiki excede las generaciones. La fuerte risa de las playas ocupa siglos de historia. Porque el alma negra Santa Marty no ha sido eliminada.

“Esta ciudad fue construida de nuestras manos. Pero también con nuestros tambores, nuestras canciones, nuestras trenzas, nuestros dulces. Golpeamos el alma de Santa Marta”, dice Rosa Panefles.

Y él tiene razón. 500 años después de su fundación, Santa Marta no sería lo que está sin su pueblo negro. Hay recuerdos que no coinciden con las estatuas, sino que resuenan en los pasos de aquellos que aún caminan, digno, sobre la historia.

Roger Urgieles
A tiempo
Santa Marta.
WX: @RogerUV.

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