Una gigantesca lucha de pescadores para mantener viva la laguna de Sonso, una de las joyas de la naturaleza colombiana
A través de iniciativas como CoCrea, organizaciones comunitarias intentan unir esfuerzos para limpiar los humedales del Valle del Cauca.
Con cierta nostalgia y emoción, Jair Palacios Acosta recuerda cómo hace más de 50 años la laguna de Sonso fue una poderosa fuente de desarrollo para cientos de familias asentadas en el antiguo sector de El Porvenir, una zona rural de Guadalajara de Buga, cuya emblemática basílica custodiada por el “Milagroso” se puede observar desde este espejo natural.
María Omaira Rendón Rayo y Jair Palacios Acosta luchan por mantener limpia la laguna. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
Su ubicación al margen derecho del río Cauca y su riqueza biológica y natural, hogar de más de 180 especies, ha permitido que muchas personas hayan criado a sus padres, hijos y familiares hasta el punto de pescar tilapia y bocachico.
Sin embargo, su situación actual muestra un gigante natural que está desapareciendo gracias al esfuerzo de los vecinos que quieren mantenerlo vivo y motor de desarrollo de esta región del centro del departamento.
“La laguna es muy importante porque allí tuve la oportunidad de ganarme la vida para mi familia. Era la época dorada de la pesca, donde era prácticamente una empresa abierta que apoyaba a más de 150 pescadores al día”, comentó Palacios Acosta.
Recordó que los problemas surgieron cuando el caudal del río Cauca disminuyó, lo que provocó la apertura de las esclusas del embalse Salvajina, lo que comenzó a desplazar a los peces y, en consecuencia, su principal fuente de vida.
Buchón, planta invasora que invade la laguna: crea pequeñas islas hasta secarse. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
Al problema se sumó la fuerte contaminación del río Cauca que atraviesa la ciudad de Cali y la ampliación de una autovía que pasa cerca.
“La laguna tenía su propio tubo natural, al que le llamamos Carlina, y con la construcción de la carretera, los ingenieros taparon la laguna y le pusieron fin al flujo, es decir, la taponaron con el sistema hidráulico de la laguna y construyeron otro tubo aguas arriba, que terminó y se encargó de colmatar gran parte de la laguna”, dijo el experimentado pescador.
Amenaza de especies invasoras
Hoy, la laguna lucha por respirar y mantenerse viva. Las poblaciones aledañas, organizaciones pesqueras y familias que viven en los alrededores de esta joya de la naturaleza colombiana enfrentan un gran desafío para recuperar la superficie de la laguna, ante la amenaza de especies invasoras como la buchona y el pasto alemán, plantas responsables de crear islotes tan grandes y sólidos donde incluso las vacas pueden pastar.
Se están creando soluciones turísticas alternativas alrededor de la laguna para ayudar a los pescadores locales. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“Se crearon islas con una superficie de hasta seis hectáreas, sobre las cuales se puede caminar y donde también crecían árboles, por lo que no tenemos un nivel freático permanente en la laguna, sino estas masas que con el movimiento del viento crean tapetes que afectan a los peces y los matan en gran cantidad, lo que nos afectó mucho.Comentó Palacios.
Es por eso que piden a diversas autoridades ambientales regionales y nacionales que ayuden a rehabilitar la laguna, que no sólo es un atractivo natural, sino también turístico que podría brindar mejores condiciones económicas de vida a cientos de familias de la zona.
Anfibio, espero salvar la laguna.
María Omaira Rendón Rayo lleva más de veinte años trabajando intensamente para recuperar este importante patrimonio natural. Gracias a sus acciones se convirtió en representante del proyecto PAP de la Asociación de Productores Agropecuarios de Porvenir, que se visualizaba como una comunidad que lograría mantener limpia la laguna. Así lo demuestran sus manos, que al igual que los pescadores y vecinos de la zona, dejaron las uñas para limpiar manualmente este espejo natural.
Aborrajado, ceviche de mango y pescado, entre las delicias culinarias de la zona. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
Explica que una máquina anfibia sería una gran solución a los problemas que están viviendo, porque permitirá limpiar de manera óptima la laguna y, por tanto, recuperar su esplendor y la vida de más especies que la rodean.
“Con CVC se consiguió un piloto con una máquina anfibia, que era una buena alternativa a la laguna, pero es muy costosa, entonces estamos buscando la manera de poder comprar nuestra propia máquina o un bulldozer o una excavadora para hacer extracción permanente y aumentar su eficiencia”, dijo el líder comunitario.
Aseveró con preocupación que carecen de mano de obra o “soldados” para proteger la laguna, pues el impacto en la pesca hace que muchos pierdan la motivación y abandonen la causa que ahora apoyan los “viejos”. “Necesitamos renovarlos y salvo que haya un relevo generacional, será difícil que mantengamos limpia la laguna”, añadió.
Los espacios también se han adaptado al bienestar y cuidado de la laguna. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“En los municipios de Yotoco y Buga tenemos cuatro organizaciones de base integradas por unas 120 familias de pescadores. Como la pesca también se está deteriorando, muchas personas buscan otras alternativas, como el turismo de naturaleza, visitas turísticas y cocineras tradicionales, quienes se encargan de ofrecer platos típicos a los visitantes. Es por eso que buscamos aliados y socios de gestión que nos ayuden a cumplir nuestra misión de proteger este humedal.“, explicó Rendón Rayo.
Mencionó con preocupación que actualmente la laguna se encuentra llena al 50 por ciento. su espejo natural, el resto lo ocupan especies invasoras.
Turismo ornitológico, uno de los atractivos que ofrece la zona donde se ubica el embalse. Foto:Juan Jairo Bonilla
En su lucha por ayudar a esta zona de humedal, creen que la temporada invernal es una oportunidad para extraer las plantas que la afectan, por lo que realizan dos tipos de extracción: “La primera es que con la ayuda de los vientos y motores de los pescadores levantan las islas con ayuda de kayaks que son empujados hacia los pastizales, se anclan a unas guaduas para que los arbustos no vuelvan a crecer. Nunca más caigas en la laguna.
Humedales de oportunidad
María Omaira Rendón también destacó el poder turístico de la laguna. El solo hecho de contar con más de 180 especies de aves y la riqueza cultural representada en las artesanías que lograron “desempolvar” y difundir sus conocimientos se ha convertido en una alternativa atractiva para varios extranjeros que asisten habitualmente.
CoCrea se suma al esfuerzo por salvar la laguna
El clamor por evitar una mayor extinción de la laguna de Sonso ha llegado al ambiente de CoCrea, entidad que, en el marco de la Semana de la Diversidad Biológica celebrada en Cali del 29 de septiembre al 5 de octubre, anunció el proyecto de María Omaira Rendón para acompañarla en su búsqueda de financiamiento.
Buchona y pasto alemán, grandes obstáculos en la laguna de Sonso. Foto:José Antonio Minota Hurtado / EL TIEMPO
“La idea es que los proyectos tengan dos años para encontrar un financista, y le daremos a ese financista una exención fiscal para que pague un impuesto sobre la renta más bajo. Acompañaremos a Omaira y su equipo en la búsqueda de recursos en empresas de la región del área de impacto. Estamos mirando varias empresas que nos ayuden a determinar qué plan vamos a desarrollar, y estamos tratando de financiar este proyecto, dirigido principalmente a expertos, portadores de cultura y pesca tradicional”, explicó María del Pilar Ordóñez, directora de CoCrea.
Al referirse a este proyecto, reflexionó: “Las personas que trabajan en una determinada zona todos los días, conocen su zona, saben lo que se necesita, la cuidan porque tienen una interdependencia con ella, por eso nosotros, los gestores de la ciudad, debemos mostrar humildad para entender y aprender, para valorar y reconocer el cuidado que realizan las comunidades. Ellas nos cuidan, y al cuidar el agua, cuidan la vida”.
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