En una tranquila tarde durante las vacaciones, dos jóvenes fueron víctimas de un ataque armado mientras se trasladaban en motocicleta por la zona conocida como LBud del Caribe, ubicada entre Santa Marta y Ciénaga.
Las víctimas han sido identificadas como Andrés Felipe Ochoa (22 años) y su primo Harold Master. Ambos fueron sorprendidos por dos hombres que viajaban en otra motocicleta, quienes comenzaron a dispararles sin ningún tipo de consideración o aviso.
Ambos primos habían llegado de la comuna de la Fundación a Santa Marta el mismo día y estaban regresando a sus hogares cuando fueron atacados en el sector conocido como Altura del Drummond.
De acuerdo con los testimonios de los presentes, luego de recibir los primeros disparos, uno de los primos cayó de la motocicleta, mientras que el otro intentó huir del lugar. Sin embargo, fue alcanzado por uno de los atacantes que se había bajado de la moto y finalmente lo dejó tendido en el medio de la vía, una imagen impactante que conmocionó a la comunidad.
Persecución y captura de los agresores
Minutos después del violento incidente, las fuerzas del ejército y agentes de la policía metropolitana iniciaron una operación de búsqueda que culminó con la captura de dos supuestos asesinos a escasos kilómetros del lugar del ataque.
Detenidos durante la persecución por el asesinato de los primos. Foto:Policía
Los detenidos fueron identificados como Miguel Ramírez, un ciudadano venezolano que pilotaba la motocicleta, y Darwin Enrique Arveez, de nacionalidad colombiana, ambos con un extenso historial criminal que abarca no solo asesinatos, sino también porte ilegal de armas, robo, violencia doméstica, e incluso por uso indebido de insignias de fuerzas de seguridad pública.
Se ha informado que ambos hombres están vinculados a la banda criminal La Pustenca Criminca Band, conocida anteriormente como la defensa del ganador, y operan en regiones como Magdalena y La Guajira. Las autoridades no descartan la posibilidad de que el ataque haya sido parte de un ajuste de cuentas entre organizaciones criminales.
Unas horas antes del doble homicidio de Andrés Ochoa y Harold Master, los dos jóvenes fueron temporalmente detenidos por agentes de la policía que los consideraron sospechosos en un área rural de Santa Marta. Tras verificar su situación, se descubrió que Ochoa tenía antecedentes por narcotráfico, aunque no se encontró ninguna orden en su contra, lo que llevó a su liberación.
De acuerdo con un investigador judicial, la presencia de los dos jóvenes en Santa Marta podría estar relacionada con actividades vinculadas al clan del Golfo Persa, una organización criminal que compite con otras facciones en el área.
Esta teoría respalda la hipótesis de que el asesinato fue producto de una confrontación entre bandas por el control del territorio.
“El asesinato de estas dos víctimas tiene características que sugieren un ajuste de cuentas entre pandillas criminales. Afortunadamente, nuestro personal actuó con rapidez y logró capturar a los implicados”, declaró el coronel Jaime Ríos, comandante de la policía metropolitana de Santa Marta.
La familia defiende la inocencia de las víctimas
A pesar de estas declaraciones oficiales, la familia de las víctimas ha rechazado contundentemente la versión presentada por las autoridades. Aseguran que tanto Andrés como Harold viajaron a Santa Marta para llevar a cabo asuntos personales y niegan cualquier conexión con grupos armados ilegales. Exigen una explicación clara sobre lo ocurrido y piden justicia por sus seres queridos.
Las autoridades continúan con la investigación de los hechos, llevando a cabo un análisis exhaustivo de las armas utilizadas y revisando los teléfonos móviles de las víctimas y de los capturados, así como los registros de las cámaras de seguridad de la zona.
Este trágico asesinato resalta una vez más la problemática de la violencia en la región, exacerbada por la presencia activa de estructuras criminales.
Autor: Roger Urieles para la época de Santa Marta WX @RogerUV