En Buenaventura, la vida de sus habitantes se caracteriza por un constante ajetreo y una palpable tensión en medio de los problemas que enfrenta el gobierno nacional. Este bullicio no proviene únicamente de la delicada situación del orden público, que ha azotado la región durante décadas, sino que se ve exacerbado por la presencia de poderosas bandas criminales. Entre ellas destacan los “Shottas” y “Spartanos”, que operan en el corazón de la ciudad. Estos grupos, junto con otros diez, se han alineado con cárteles de narcotráfico como “Sinaloa” y “Jalisco Nueva Generación”, provenientes de México, perpetuando así un ciclo de violencia y caos.
Hospital Luis Ablanque de la Plata en Buenaventura
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Archivo privado
En adición a los problemas de seguridad, la situación de salud pública en Buenaventura es igualmente alarmante. La comunidad enfrenta una crisis de acceso al agua potable, teniendo que recurrir a este recurso vital solo cada dos o tres días. Esta problemática llegó a un punto crítico en 2017, cuando los ciudadanos realizaron un cacerolazo para hacer visible su descontento por el abandono del Estado. La salud en la ciudad es un tema que genera constante preocupación, particularmente en lo que respecta al Hospital Luis Ablanque de la Plata, que se enfrenta a serias dificultades financieras.
Esta situación no es nueva ni aislada. Hace 26 años, los médicos y el personal del hospital departmental en Buenaventura sufrieron meses sin remuneraciones. En mayo de 1999, los retrasos se acumulaban por 11 meses. En 2013, se liquidó la institución, solo para ser reabierta en 2017 como el “Hospital del Distrito Luis Ablanque de la Plata”, ofreciendo atención de baja y media complejidad. Sin embargo, a pesar de las esperanzas, la crisis volvió a asediar al hospital en diciembre de 2022, lo que llevó a la superintendencia de salud a intervenir, debido a problemas de contabilidad y cuentas por cobrar. Carlos Magno Guerrero, experto en el tema, señala que la dificultad persiste, con retrasos en los pagos de febrero y marzo.
Por otro lado, en el área pediátrica del Hospital Buenos Aires, se ha declarado una situación de crisis, utilizando sus servicios solamente en emergencias extremas. Las dudas también están presentes por parte del gobierno nacional.
Doctores HUV.
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Gobierno del valle
El valle no deja la crisis
En el Valle del Cauca, la situación de hospitales públicos y clínicas se agrava día a día. Uno de los puntos más críticos es el Hospital Universitario del Valle (HUV), que ha experimentado un notable incremento en la llegada de pacientes trasladados por ambulancias. Este año, el HUV reporta una entrada de hasta 20 ambulancias diarias, muchas de las cuales provienen de hospitales de menor complejidad que no pueden atender adecuadamente a los pacientes.
El cierre del departamento de obstetricia y el cuidado de recién nacidos en la Clínica Farallones de Cali, así como el anuncio del cierre de servicios de cuidados intensivos en la Clínica Palmyra en marzo, son señales de la crisis inminente. Además, el antiguo hospital San Juan de Dios en Cali, que ha estado funcionando durante 272 años, ha sobrepasado su capacidad en un 120 por ciento, evidenciando la falta de recursos en la atención sanitaria.
El gobernador Dilian Francisca Toro ha sugerido al Superintendente de Salud que se tomen medidas urgentes ante la intervención de las EPS, promoviendo una red integrada de servicios que facilite la regulación de los pagos a hospitales y clínicas. Las deudas acumuladas por EPS en estas instituciones ascienden a $2 mil millones, un monto que representa un desafío enorme para la sostenibilidad del sistema de salud en la región.
Hospital Universitario en el valle (HUV).
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Tiempo de archivo
“El pago promedio a estos centros es solo del 60 % o menos; en hospitales como el de Tuluá, la cifra desciende a un 43 %. Este sistema de pago fraccionado ha complicado aún más la situación. Los hospitales no pueden seguir adelante con este modelo”, destacó el presidente.
En este momento, se están realizando intervenciones en ocho de las EPS de la región. La Secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, insistió hace unos meses en que “la atención en maternidad, situaciones críticas y pediatría está absolutamente comprometida. Se requiere un equipo especializado disponible 24 horas, incluyendo médicos generales y anestesiólogos, para garantizar un servicio de calidad”.
Carolina Boorquez
Corresponsal de El Tiempo
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