


“La madrugada de hoy un artefacto explosivo impactó en el Hospital Niña María de Caloto, Cauca. “Esto ha impactado la infraestructura y sembrado el pánico y el miedo entre los pacientes y el personal médico”. Esto es parte del mensaje de negacionista enviado por la Organización de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), o Derechos Humanos en Colombia, ante el ataque ocurrido el pasado 11 de octubre en esta ciudad del norte del departamento.
Rechazan violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario
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Declaración de Derechos Humanos de la ONU sobre el atentado que afectó al hospital del Cauca. Foto:Derechos humanos de la ONU
“Condenamos los ataques a la Misión Médica y los ataques masivos cometidos en Cauca y Valle del Cauca este mes. Reiteramos a los grupos armados no estatales su obligación de respetar el #DIH, la Misión Médica y la población civil”. dice un mensaje publicado en un tweet de la Organización de Derechos Humanos de la ONU.
La ONU rechazó el atentado que afectó a un hospital de Caloto. Foto:Derechos humanos de la ONU
Ataque
El ataque se produjo en medio de una persecución armada que sacudió a toda la comunidad alrededor de las 4 de la madrugada.
La explosión sacudió el centro de salud, rompiendo cristales y destruyendo parte de la infraestructura. En ese momento, varios pacientes se encontraban en el hospital y el personal médico atendía las emergencias.
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Los trabajadores tuvieron que refugiarse y el estruendo se escuchó en toda la ciudad.
Disidentes en el Cauca. Foto:AFP
“Fue un momento de pánico total. Las ventanas se rompieron y las paredes vibraron. Tuvimos que proteger a los pacientes lo mejor que pudimos”, dijo un miembro del equipo médico.
Aunque no se registraron muertos ni heridos graves, la explosión dejó atónitas a varias personas y el hospital sufrió importantes daños materiales.
El secretario de gobierno local, Cristian Cuenca, aseguró que un dispositivo artesanal llamado tatuaje detonó causando daños en algunos edificios e instalaciones cercanas, incluido el Hospital Niña María, cercano al área de rescate. La situación ha aumentado el riesgo para el personal médico y los pacientes hospitalizados.
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Según versiones preliminares, el acoso estaría relacionado con los enfrentamientos que protagonizan diversos grupos armados en esta región del Cauca.
Organizaciones de derechos humanos que trabajan en el departamento condenaron de inmediato lo sucedido y recordaron que el ataque al hospital fue una violación directa del Derecho Internacional Humanitario (DIH).
“Un ataque a un hospital es un ataque a la vida misma. Los centros de salud son espacios protegidos y deben permanecer al margen del conflicto armado”, dijeron voceros del Comité de Derechos Humanos en el norte del Cauca.
Según los Convenios de Ginebra de 1949, las misiones médicas, el personal médico y las instalaciones hospitalarias gozan de protección especial, incluso en tiempos de guerra. Por lo tanto, este ataque constituye una grave violación de los estándares internacionales que tienen como objetivo garantizar la vida y la atención de la salud de los civiles.
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La empresa gestora del hospital ESE Norte 2 rechazó firmemente el ataque y exigió garantías de seguridad para sus empleados y usuarios.
“Rechazamos categóricamente este acto de violencia. Nuestra misión es salvar vidas, no ponerlas en riesgo. Exigimos respeto al personal médico y a los espacios donde se brinda atención médica a la comunidad”, dijo la institución en un comunicado oficial.
Este nuevo episodio profundiza la creciente ola de ataques y enfrentamientos en el norte del Cauca, donde comunidades cívicas, líderes cívicos e instituciones públicas siguen atrapadas en el fuego cruzado.
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Crisis en el Perú. Foto: