En deducción a Peak de la ONU (COP30), que se llevará a cabo en Belém a Paraá, Brasil, GuerreroBuque insignia łódź Greenpeace, regresa a Colombia para comenzar una conversación urgente: “Respeta a Amazon”.
El buque emblemático será asado en Cartaagen para fortalecer el mensaje, que se ha convertido en una bandera global del movimiento ambiental: La jungla de Amazon no se negocia, se defiende.
Un símbolo que regresa en momentos críticos
Esta no es la primera vez Guerrero Llega a las costas colombianas, pero esta visita adquiere un personaje especial. Hace muchos años, el barco ya estaba compartiendo en Cartagen con ciudadanos y organizaciones locales, mostrando la fuerza del activismo que viajaba con los océanos para condenar la destrucción del medio ambiente.
Ahora regresa cuando el Amazon se encuentra en el centro del debate internacional de la MA Colombia Ante el inquietante reflejo de la deserción.
Rainbow Warrior no es solo un barco: es un ícono de resistencia. En 1985, el primero de estos barcos se hundió Nueva Zelanda En el ataque a Greenpeace por su oposición Pruebas nucleares en el Pacífico.
El regreso del barco tiene como objetivo ver la urgencia de cumplir con el objetivo de cero profanación. Foto:Entregado
Desde entonces, el movimiento ambiental lo ha convertido en un símbolo de esperanza y una pelea pacífica, que hoy continúa la tercera generación de łódź, construida en 2011 como parte de estándares sostenibles.
Amazon en una alerta roja
Según la idea, el regreso del barco coincide con números inquietantes: solo en 2024 Columbia perdió más de 77,000 hectáreas de la jungla de Amazon, que es un aumento del 74 % en comparación con el año anterior.
Animales de granja, expansión agrícola, corte, extracción y extracción Hyroidech todavía presiona un ecosistema importante, que cubre más del 42 % del territorio nacionalRegula las lluvias, produce agua dulce, captura de carbón y casas de 64 personas indígenas.
Rainbow Warrior, el barco insignia de Greenpeace, incluido en Cartaagen. Foto:CORTESÍA
“Amazon es un territorio esencial y vivo, no un recurso para usar. Su destrucción significa una violación de los humanos y el medio ambiente, una mayor susceptibilidad a los incendios, la pérdida de cultivos y el impacto directo en la comunidad indígena”, advirtió Laura Caicdo, Coordinadora de Campaigra en Greenpeace Columbia.
Caido enfatizó que el país tiene que comprometerse urgentemente para lograr el objetivo DE Cero profanación en 2030.Un compromiso que estará en la agenda de la próxima COP30.
La llegada de Rainbow Warrior a Cartagena es más que un acto simbólico: Es un recordatorio de que el tiempo terminará. Greenpeace Colombia participará en las negociaciones de Belém para exigir que los gobiernos acepten obligaciones reales y vinculantes para el Amazonas.
“El barco en sí es un mensaje: todavía estamos a tiempo para actuar, pero necesitamos que toda la sociedad se involucre en esta defensa”, concluyó Caicdo.
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