En un hito sin precedentes para la seguridad regional, el Valle del Cauca ha dado un salto tecnológico en la lucha contra la criminalidad con la presentación oficial del sistema Raptor, la Red Aérea de Protección Territorial, una flota de cuatro drones de última generación capaces de monitorear, detectar y disuadir actividades delictivas desde el aire con precisión milimétrica y de manera incansable.
La presentación, encabezada por la gobernadora Dilian Francisca Toro junto a autoridades de la fuerza pública, marcó el inicio de una nueva era de vigilancia territorial que no sólo se trata de responder a los delitos, sino también de prevenirlos antes de que ocurran.
En las próximas semanas, más de 60 personas recibirán formación en el uso del sistema Raptor. Foto:Gobernación del Valle del Cauca
“Raptor cumple con cinco condiciones claves: control territorial, prevención, detección temprana, análisis de datos y articulación institucional. Es un avance tecnológico que les dice a los delincuentes: estamos aquí, en las botas y no se pueden escapar”, dijo el gobernador ante un auditorio de alcaldes, comandantes militares y líderes comunitarios de la región.
La tecnología al servicio de la seguridad
Cabe señalar que los cuatro drones que componen el Raptor, Equipados con cámaras 4K con un alcance de hasta 8 kilómetros, imágenes térmicas infrarrojas para operaciones nocturnas y capacidad de detectar calor corporal, operarán desde el Centro de Gestión de Crisis y Seguridad (Cges) de Valle ubicado en el municipio de Buga. A partir de este punto, en tiempo real, las imágenes capturadas son monitoreadas y procesadas mediante el CAD de la Policía Nacional y el Observatorio del Crimen para generar alertas y patrullajes estratégicos.
Elige la prevención
El coronel (derecha) Diego Calvo, director del Cges, explicó que la tecnología permite no sólo ver lo que está pasando, sino también predecirlo. “Estos drones no son sólo cámaras voladoras. Son sensores inteligentes que analizan patrones: un grupo sospechoso en la acera, un vehículo que se mueve al amanecer sin luces o personas que entran en zonas de alto riesgo. Todo se procesa en el centro y se convierte en una orden de intervención rápida”.
El dron puede volar a una altura de hasta 500 metros. Foto:Gobernación del Valle del Cauca
Los drones, que pueden volar a una altura de hasta 150 metros y moverse a velocidades de más de 80 km/h, están diseñados para operar incluso en condiciones climáticas desfavorables.fuertes lluvias, niebla o fuertes vientos, lo que los convierte en herramientas clave para zonas rurales, caminos aislados y corredores viales donde el crimen tiende a esconderse.
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Conexión con los sistemas de seguridad de otros municipios
Cabe mencionar que la estrategia de seguridad del departamento no se limita al cielo. Raptor está integrado con la red de patrullaje terrestre de 41 municipios del Valle, creando un sistema de vigilancia de múltiples capas: desde tierra hasta aire, con datos que fluyen en tiempo real entre policías, militares, alcaldes y comunidades.
Este sistema responde a una necesidad urgente, ya que en los últimos meses el Valle del Cauca ha visto un aumento en el robo, la extorsión y el microtráfico en zonas periféricas. Ahora Raptor no sólo monitorea, sino que también disuade.
“Cuando los delincuentes saben que hay cámaras voladoras que los ven por la noche, identifican su calor corporal y en segundos notifican a la policía… cambian de plan”, dijo un oficial de la Policía Nacional presente en el evento.
El gobierno anunció que en los próximos días se capacitarán 60 operadores regionales y se instalarán puntos de partida estratégicos en Buga, Palmira, Cartago y Tuluá, cubriendo gradualmente los municipios más afectados por la violencia.
Nuevas herramientas tecnológicas apoyarán el trabajo de las fuerzas terrestres. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
Acción urgente contra la delincuencia en el Valle del Cauca
En su análisis político sobre conflicto y paz, Diego Arias señala que desde el punto de vista de seguridad el Valle del Cauca enfrenta muchos desafíos, pero cree que se debe enfocar en tres que deben ser prioritarios.
“En orden de prioridad, creo que el tema de la presencia de grupos al margen de la ley, especialmente en las zonas rurales, es todo un desafío. Estamos hablando de la zona occidental que limita con el Chocó, la cual se conoce como Cañón de Garrapatas. También quisiera mencionar el desafío que representa la zona central del Valle de la Cordillera, que está ocupada por disidentes de las FARC, y por supuesto el tema de la zona rural de Buenaventura, sus ríos, y el más importante de ellos, la zona rural de Jamundí, con la presencia del disidente “Jaime Martínez”. Entonces creo que aquí hay un desafío clave porque tiene que ver con la dinámica en torno a actividades ilícitas que involucran narcotráfico, cultivos de uso ilícito, secuestro, reclutamiento de menores, control territorial”, explicó el analista.
JOSÉ ANTONIO MINOTA HURTADO
EDITORIAL EL TIEMPO CASA
COLOMBIA
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