El concesionario encargado de la ruta que conecta la costa anunció el pasado viernes que ha alcanzado un progreso notable en los trabajos de recuperación de la ruta Cartagena-Barranquilla, luego de una falla significativa registrada en el kilómetro 74+900, justo en el acceso al puente Juan de Acosta.
Este importante corredor vial, que actúa como una de las principales arterias de comunicación entre Cartagena y Barranquilla, ha experimentado daños estructurales considerables debido a las condiciones climáticas y al tráfico constante. Esto obligó a un cierre total de la sección afectada, lo que generó un impacto considerable en la movilidad regional y en la logística de transporte.
La compañía responsable ha informado que las labores de reparación se están desarrollando a través de tres frentes al mismo tiempo, con el objetivo de tolera un paso limitado dentro de un máximo de 15 días.
Tres frentes de trabajo simultáneo
Según explicó la empresa, las actividades de recuperación se enfocan en tres áreas clave: la construcción de una pared profunda, especialmente en una cama de arroyo, para contener el flujo de agua, el fortalecimiento estructural del puente, y la reconstrucción de la rampa de acceso utilizando materiales especializados que previenen la penetración de la humedad, un factor fundamental para la estabilidad y durabilidad de la carretera.
La licencia costera mantiene tres frentes de trabajo en el área afectada.
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Licencia costera
En el primer frente, se avanza en la construcción de una pared profunda, diseñada para detener las corrientes que pueden dañar el área afectada. “Esta intervención es esencial para controlar la erosión generada por el flujo de agua, que fue uno de los principales factores que ocasionaron la emergencia”, se detalla en un informe de la licencia costera.
Para ello, se han utilizado bolsas grandes en la cama de Arroyo Grande, y se ha establecido una plataforma de trabajo con materiales específicos, que servirá como base para la posterior instalación de un sistema de protección mediante tecnología de chorro, una técnica de alta tecnología que refuerza el suelo y previene filtraciones.
Intervención estructural del puente y excavaciones profundas
El segundo frente de trabajo está dedicado a la intervención estructural del puente, con un enfoque particular en la construcción de micropilotes y el refuerzo de las aletas del mismo.
Hasta ahora, esta fase ha avanzado considerablemente; se ha completado la excavación de la totalidad del área afectada por la pérdida de banca hasta el nivel superior de la capa inferior, alcanzando alturas promedio de entre 6 a 7 metros.
Aspecto general del área del puente en el sector Grand de Arroyo.
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Licencia costera
Además, se ha llevado a cabo una inspección estructural exhaustiva de los estribos y las aletas del puente. Durante este análisis, se eliminaron acumulaciones significativas en la aleta lateral y se buscaron materiales de apoyo para evaluar el estado real de la estructura.
Como parte de esta evaluación, se identificó concreto con un diámetro de 6 pulgadas para analizar la calidad y resistencia del cimiento, lo que permitirá definir las medidas de reparación necesarias para fortalecer el puente y garantizar su seguridad a largo plazo.
Reconstrucción de rampas de acceso y medidas de seguridad
El tercer frente de la operación está centrado en la reconstrucción de la rampa de acceso al puente. Para este trabajo, se utilizan materiales especializados que previenen la penetración de humedad, un problema que ha contribuido a la degradación de la infraestructura vial en el pasado. La correcta aplicación de estos materiales y el uso de tecnologías de alta resistencia asegurarán a los usuarios una mayor durabilidad y seguridad.
Durante la realización de estos trabajos, el camino permanecerá cerrado en ambas direcciones para garantizar la seguridad de los usuarios y las comunidades cercanas.
El concesionario ha instalado señalización adecuada, demarcaciones y resguardos en la zona de trabajo, además de establecer un área segura para las intersecciones peatonales con el fin de minimizar riesgos.
La gerente de Ruta General de la Costa, Natalia Abello Vives, comentó: “Entendemos el impacto en la movilidad que esto representa, y estamos comprometidos con realizar todas las mejoras necesarias para ofrecer una calzada segura”.
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